Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Guatemala ha sido, es y debe ser siempre la principal prioridad de los guatemaltecos.
Dicho eso, es necesario entender que al no ser una nación aislada del mundo, al tener relaciones con otros países y siendo un país exportador de su gente, con destino principal a Estados Unidos, es natural que las naciones con las que tenemos relaciones y/o reciben a nuestra gente, tengan su opinión y tomen sus decisiones.
En lo que acabamos de vivir se dio una mezcla entre el deseo de millones de guatemaltecos para seguir siendo una democracia y el apoyo de países amigos. La suma de ambas cosas nos permitió ver el domingo que sobrevivió la democracia y ahora toca perfeccionarla.
Lo que no se puede es tener un doble estándar. Cuando el gobierno de Donald Trump sancionó a Gustavo y Felipe Alejos, así como a Alejandro Sinibaldi dije lo mismo que he dicho ahora con las sanciones durante el gobierno del presidente Joe Biden.
Soy de los que cree que sin la sanción a Miguel Martínez hubieran estado más cerca de lograr su propósito final de desconocer el resultado electoral y sumado a la sanción, el haberle quemado la radiopatrulla a Leyla Lemus puso la tapa al pomo.
Pero traigo a colación todo esto, porque no deja de llamar la atención un hecho particular.
Se llama Sandra Jovel. Ahh tiene la palabra la ahora diputada Sandra Jovel.
Jovel se aferra a los temas con los que cree conectar con su base de conservadores, muchos de ellos que a pesar de su pensamiento nunca tuvieron empacho en que Alejandro Giammattei dijera que, no obstante la relación sentimental con Miguel Martínez, él era un hombre conservador que ponía a la familia primero.
Ya vimos que habrá un ala del Congreso que seguirá con la cantaleta que las sanciones son injerencia, pero que espera tragarse sus palabras si es que Donald Trump regresa a la Casa Blanca porque pedirán sanciones pero para sus “enemigos”.
Insisto, el tema es que nosotros hagamos nuestro papel enfrentando los vicios.
Y con relación a la Junta Directiva del Congreso, hay que analizarlo de forma integral.
¿Podía Shirley Rivera declarar independientes a los diputados de Semilla? ¿Si la orden del juez (cuestionable por usar Ley de Delincuencia Organizada) venció el 12 de enero, cuál era el fundamento?
¿Qué cambió que luego de haber reconocido a la bancada, sin nuevos hechos, los declaró independientes de nuevo antes de dejar la Presidencia del Congreso? ¿Será que los ataques del Netcenter y los reclamos del Centro de Gobierno le pesaron?
¿Tenía la Comisión de Calificación de Credenciales facultades para lo que hizo?
La modificación del acuerdo 1-2024 que hizo la nueva legislatura tenía que haber sido antes, pero como avisaron cuál era la jugada y alguien publicó en X, Felipe Alejos, VAMOS, VALOR y Cía. estaban listos y por eso se hicieron ellos de la palabra primero para presentar su planilla.
Si la CC ordena que se repita la elección, derivado de la modificación del acuerdo 1-2024, al repetir la misma los de Semilla serán bloque y los de la UNE serán parte del partido porque no se les agotó el debido proceso.
El caso de la UCN conformando Junta Directiva es un antecedente que nos deja pensando por qué mucha gente no se pronunció al respecto.
Con todo esto y de cara a los acuerdos, es vital que entendemos que debemos cumplir con la ley pero no solo cuando es conveniente o con una parte de la ley o peor aún solo en algún momento de un hecho jurídico.
Para alcanzar acuerdos se nos va a demandar madurez, pero a la vez ser consecuentes entre lo que decimos y lo que hacemos.
No vamos a lograr acuerdos con gente perfecta, pero Guatemala demanda que tracemos líneas rojas que no podamos pasar, dejando campo a acuerdos prácticos que nos permitan trabajar de la mano para atender los vicios, que al final de día es lo que el ciudadanos expresó de alguna manera en la elección presidencial que se dio en el célebre 2023.
