Lo que los miembros de la alianza oficialista no lograron en las elecciones a pesar de los miles de millones de nuestros impuestos que gastaron en su estrategia de los 200 alcaldes y la compra de votos, lo quieren lograr con el Presupuesto 2024.
Alejandro Giammattei se lo expresó a mucha gente: a Semilla los vamos a dejar bien fregados con el Presupuesto; “no van a poder hacer nada” se mofaba y el problema es que esto no es de Semilla porque las afectaciones serán para todos los guatemaltecos.
Desean asegurar que quedará la obligación de pagar deuda de “arrastre” que no es más que asegurar el pago de la campaña. Hubo muchas asignaciones en las que se adjudicó el contrato, no se avanzó mucho o nada pero los contratistas sacaron dinero de otros contratos que ya habían logrado con aroma de corrupción y ahora tienen que ver cómo reponen el dinero a quienes se prestaron al juego de pagar la campaña con “obras asignadas”.
Muchas de las adjudicaciones no tienen avances y como saben que tienen pleno Consuelo y Porras para hacer esas cosas, duermen tranquilos pero nos quieren volver a fregar obligando que el dinero de los impuestos sirva para pagar dinero que no se usó para obras públicas.
Al obligar al pago de la deuda de arrastre, se van a limitar a hacer nuevas obras y ese es el espíritu de lo que buscan Giammattei y su Centro de Gobierno para vengar la derrota electoral.
Además, están haciendo maniobras con el tema de la deuda pública evitando que, según expertos, se pueda hacer un “roll over” de la deuda, es decir, la prórroga de las fechas de vencimiento de préstamos y tal medida puede llegar a dañar la calificación de riesgo país.
Están metiendo millones para ONG, fundaciones y entidades con vínculos a los diputados y otros actores en favor de la corrupción, solo por mencionar algunos de los principales vicios del Presupuesto 2024.
Por suerte, por ahora no han logrado llegar al precio del pago por votos y por eso no ha avanzado pero eso puede cambiar de la noche a la mañana. Hay quienes aseguran que aún les deben de votos pasados y salvo que se pongan al día, no se prestarán a aprobar un presupuesto que tiene muchas luces y caminos oscuros y corruptos.
Es muy importante que los principales actores del país tomen cartas en el asunto porque si este Presupuesto 2024 termina siendo aprobado, los caminos para todos aquellos que buscan hacer las cosas bien y en el marco de la legalidad, verán sus espacios aún más reducidos.
Parte de los acuerdos que el nuevo Gobierno necesita impulsar es uno alrededor de la no aprobación del Presupuesto del año entrante y estamos en la dinámica en la que es necesario que las voces se activen de manera preventiva porque hacerlo luego que lo aprueben, puede ser más complicado.
El Presupuesto 2024 tiene elementos que puedan ser inconstitucionales y la batalla puede llegar a la Corte de Constitucionalidad (CC) pero ya es momento que aquellos que desean vivir anclados al pasado para seguir con los mismos vicios de siempre, encuentren limitados sus caminos de corrupción.
Ojalá el cerrar filas en contra del Presupuesto 2024 sea uno de los acuerdos que alcancemos los guatemaltecos que deseamos aspirar y mejor en nuestra Guatemala.