Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
En La Hora creemos que el periodismo hay que ejercerlo sin tomar las cosas como “personales” porque eso siempre ayuda a la objetividad y también creemos que las cosas hay que abordarlas con la altura necesaria para que la gente se empodere, se entere, pueda ejercer una mejor ciudadanía y se tomen mejores decisiones.
Dicho lo anterior, la investigación en el tema del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) nos tomó varios meses y dar en el clavo no fue sencillo, pero el equipo lo logró y pudimos evidenciar un problema que es mucho más profundo que estas dos licitaciones en particular.
Dicho lo anterior, he de reconocer que si yo fuera el Presidente del IGSS también estaría dando mil vueltas para justificar algo que no tiene mucho por dónde.
Al IGSS se le preguntó hace semanas por el asunto y optaron por no responder. Hicimos la publicación y dijeron que iban a dar una entrevista.
Luego que siempre mejor no. Después que mejor un comunicado que salió hoy, más de una semana después de la publicación.
Posteriormente, avisan a las 9:50 am que a las 10 horas hay una conferencia de prensa en la que solo salen dos personas a releer el comunicado que no llega al fondo del asunto. Cuando se les hacen las preguntas dicen que no pueden responder y que hay que mandarlas a Comunicación Social.
El Seguro Social sale diciendo que toda Guatemala puede estar en paz porque en las farmacias, los medicamentos que ellos compraron muy por encima del precio de mercado, están todavía más caros de lo que ellos lo compraron. Menudo alivio.
Sin duda alguna que los orquestadores del negocio ese no saben lo que son las economías de escala y la diferencia de comprar UNA medicina versus MILLONES de dosis y puede resultar ofensivo para la gente a la que le golpea el bolsillo la compra de medicinas, el argumento que usa el IGSS.
Por supuesto que en el comunicado tampoco abordan el hecho que, investigado, pudimos encontrar en torno a que el subgerente administrativo que firmó los contratos viene de la Presidencia y resulta que hay operadores de la adjudicada que son amigos personales del Centro del Gobierno. ¿Demasiada coincidencia?
Cuando preguntamos, hace unos días, por el tema de los amparos dijeron que eran datos que no podían revelar y hoy el argumento del Seguro Social es que existiendo los amparos tienen que comprar esos medicamentos. Este es el meollo del asunto pero también hay que hacer ver que los amparos no establecen el precio al que deben comprar.
El Presidente del IGSS sigue sin explicar por qué compraron a un precio mucho mayor del precio ponderado que le reportaron y que consta en una acta de la Junta Directiva y la verdad es que nunca lo podrán justificar porque simplemente no hay justificación más allá que siendo los últimos meses de este Gobierno, aplican la ley de Hidalgo: baboso el que deje algo.
Esta Junta Directiva ya no quiso seguir usando el convenio con UNOPS para acceder a medicina más barata y ahora, millones de quetzales después, se entiende por qué ese convenio era tan incómodo.
Hoy podrán pensar que tienen Consuelo, que acciones como éstas nunca se revisarán y quizá tienen razón, pero uno nunca debe confiarse, porque no hay crimen perfecto.