Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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@ppmp82

Las dos candidatas que hasta ahora han liderado las pocas encuestas creíbles que se han publicado, Zury Ríos y Sandra Torres, desean marcar distancia con el Gobierno y políticamente es una buena estrategia.

Pero hay un problema de fondo, un pecado original por decirlo de alguna manera y es que ambas hicieron alianza con Alejandro Giammattei y Miguel Martínez por años y en virtud de ello, Ríos logró colocar dos magistrados en la Corte de Constitucionalidad (CC) y Torres tuvo su partido de regreso (la UNE).

Claro está que si repasamos los votos en el Congreso hay mucho más que solo lo mencionado en el párrafo anterior. El dinero de la pandemia, presupuestos y votos de la Junta Directiva son solo algunas de las medallas que las dos señoras se colgaron junto con Giammattei. No digamos sus candidaturas aseguradas a pesar del impedimento que le aplicaba a Ríos y los problemas jurídicos de Torres.

Entonces que ahora quieran marcar esa distancia, tan tímida además, nos hace entender que ellas no pueden desmarcarse tanto porque hoy Giammattei es el sistema y al final del día, ellas como todos los que están en la contienda, necesitan el mismo sistema para todo (desde tener su partido empresa hasta aspirar a tener acceso al presupuesto nacional).

Edmond Mulet pactó con Giammattei entre la primera y la segunda vuelta de la elección pasada pero luego terminaron peleando por motivos aún no aclarados. El candidato de CABAL tampoco ha desnudado mucho cómo están operando hoy las cosas, pero al no tener bancada “que le pertenecía” sus relaciones en el Congreso fueron más limitadas.

Carlos Pineda, quien dice ser directo porque es de “oriente” tampoco ha dicho mucho y lo que alguien de su partido se ha expresado de Giammattei queda relegado a todo lo que Mechito ha dicho del Gobierno, del Presidente y de Miguel Martínez.

No hay un distanciamiento natural de los candidatos con Giammattei y sus formas porque al final del día, insisto, el hoy Presidente es el sistema y es el mismo sistema que todos los políticos tratan de mantener intacto porque al final del día, es la gallina de los huevos de oro que se puede disfrutar con relativa tranquilidad si alguien sabe oprimir los mismos botones que apachó el Presidente.

Hacer los ajustes que necesitamos al sistema requieren de un proceso complejo de alianzas (empresarios, grupos indígenas y sociedad civil) de aquellos que estén dispuestos a construir. Ante la falta de confianza social no podemos aspirar a todo, pero sí debemos poner la mira fija en algunas metas en común que nos permitan encontrar ese terreno compartido en virtud del cual podemos avanzar.

El candidato que quiere conectar con la gente en estos dos meses que quedan, más que populismo y mentiras, pueden usar el caso actual de nuestras autoridades para explicar -nivel trozitos- cómo es que funciona el sistema, cómo se fraguan los grandes negocios, por qué no se le entra al tema de las compras en el Estado, de las adjudicaciones, de la disfuncionalidad de la justicia, de los vicios electorales y del poder del crimen organizado dentro del mismo Estado.

La gente trabajadora, honrada, el empresario/emprendedor que opera bajo la ley está con ganas de buscar rutas sostenibles y sin duda que escuchará con atención lo que los políticos tengan por decir de nuestra realidad, de los retos y del futuro que podemos lograr si los enfrentamos de manera integral, con cabeza y buscando construir.

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