Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
En el mundo de “eso dicen”, aquí vuelvo a copiar un análisis muy completo de algunas situaciones del caso que hizo el abogado Luis Fernando Bermejo y que se debe leer para poder opinar con propiedad respecto al caso.
Siempre he dicho y lo sostengo que todos debemos rendir cuentas y dejando de nuevo eso claro, creo que vale la pena entender los contextos actuales que se dan alrededor del caso y que gusten o no, son hechos que no debemos obviar.
El anuncio de capturas y persecuciones penales se da luego que Manuel Baldizón abandonó la cárcel y Alejandro Sinibaldi está a punto de salir, gracias a que ambos obtuvieron medidas sustitutivas en el referido caso tras ser directamente acusados de ser los orquestadores de la trama en las oscuras negociaciones con la entidad cuya casa matriz está en Brasil.
Si el ex candidato presidencial y el ex ministro tienen medidas, las acciones de esta semana dejan la sensación que el Ministerio Público (MP) desea “decirle al pueblo de Guatemala” -como ellos dicen- que Baldizón y Sinibaldi pueden estar afuera pero que han logrado sustituirlos por otros a los que desean pintar ahora con más responsabilidad que quienes pudieron haber negociado las coimas.
Y es que hay algo de la teoría del MP que no cuadra: si los acuerdos son el motivo por el cual accionan ahora, ¿por qué no hay antejuicio contra la jueza que los autorizó? ¿Por qué no dirigen sus baterías también contra los miembros del Organismo Judicial que tuvieron algo que ver con la celebración/aprobación de los acuerdos?
Esa carencia genera enormes dudas y fortalece la tesis de quienes consideran que el nuevo giro del caso se da para “tener a quien echarle el muerto” ahora que Baldizón y Sinibaldi tienen medidas. El MP sigue insistiendo y Rafael Curruchiche ha dicho en medios que a nada le teme y las cosas han escalado con Colombia. Capital colombiano es la segunda fuente de inversión extranjera en el país y veremos cómo se desarrollan las cosas pues al día de hoy las relaciones diplomáticas parecen estar en juego.
Todo esto nos lleva al escenario de enero a marzo del 2015 en el que Baldizón y Sinibaldi dirigían muchos de los hilos del sistema del país y ahora vemos al primero con ganas de volver a la política, al segundo a punto de lograr salir de la cárcel y ambos con la esperanza de recuperar sus bienes que una vez sintieron en riesgo.
Otro detalle que llamó la atención es que siendo un caso en marcha con juez contralor, las órdenes se hayan emitido por una jueza de turno, Carol Patricia Flores. Eso puede ser porque el juez que controla está recusado, pero eso también implicaría que cualquier capturado en el mismo no podrá ser escuchado por el juez contralor hasta que se resolviera la recusación toda vez que el expediente original estaría en la sala lo que imposibilita las acciones. Si eso es así, ¿por qué accionar ahora? ¿Les está subiendo la presión con Baldizón afuera y Sinibaldi próximo a salir?
Situaciones como esta, que se han repetido a lo largo y ancho del sistema y por años, nos deben obligar a tener el debate de las reformas a la justicia que necesitamos. Cuando hablamos de la necesidad de reglas claras y de un Estado de Derecho real, debemos atinar a resolver asuntos como estos con propuestas y argumentos que nos saquen adelante, entre otros enormes retos que hay en el sistema de justicia.
