Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Creo en la necesidad que los ciudadanos se puedan expresar, ejerzan una mejor ciudadanía y tengan un rol más activo que obligue a las autoridades a tomar mejores decisiones porque saben que existen personas que fiscalizan sus decisiones y movimientos.

Dicho lo anterior, siempre he creído que los bloqueos generan efectos adversos porque quienes los realizan no encuentran aliados en los millones de personas que se ven afectadas por la paralización, más sabiendo que ha habido gente que ha muerto por temas de salud al no poder transitar la ambulancia.

No creo que un Estado Plurinacional ni las nacionalizaciones sean la solución cuando, si trabajamos en consensos, hay otras maneras en las que no debemos dejar a tanta gente atrás como tampoco creo en un resarcimiento que se ha convertido en una “moderna” forma de extorsión hacia los guatemaltecos, que habremos de pagar si Alejandro Giammattei y el Jefe de Jefes sienten que negociando algo logran beneficios electorales.

Los exmilitares quemaron el Congreso como que hubieran juntado paja para una fogata. Lo hicieron con plena tranquilidad, con dudas si recibieron apoyo desde adentro y con el Consuelo y las Porras que da una Fiscal que se vuelve ciega para todo aquello que no tiene que ver con aquellos a los que les juró venganza.

Entiendo el argumento que en Guatemala no hay avenidas de diálogo para lograr que los grupos sociales puedan ser tomados en cuenta por igual. Joviel Acevedo es muy efectivo porque hace los pactos más oscuros con los políticos de turno, aunque eso pase por el manoseo de la educación, pero muchos otros no encuentran eco y recurren a un recurso que insisto, genera efectos adversos pues crea más molestias en lugar de apoyos.

Si vemos los resultados pasados de los bloqueos, los mismos han sido nulos y si por el otro lado vemos la actitud de los 48 Cantones en contra de la ley que buscaba reprimir las manifestaciones con la fuerza pública, vemos que los resultados pueden ser distintos.

Lo que necesitamos más que bloqueos son diálogos entre los miembros de la sociedad. Más que imposiciones o privilegios necesitamos que funcione un Estado de Derecho, que opere de manera correcta un Estado que está llamado a jugar un papel para no dejar a tanta gente atrás, para que la Educación y la Salud dejen de ser un privilegio para ser un derecho de muchos, para que la Migración no sea el salto al que muchos aspiran y para que la mordida no sea el medio con el que las cosas avancen.

El efecto que ha tenido la división es nefasto porque nos ha distanciado tanto que los acuerdos mínimos se vuelven casi imposibles. Sentar a varias personas, de distintos sectores, cuesta tanto como mandar astronautas guatemaltecos a la luna y siendo un país con tanta necesidad de acuerdo, la realidad llora sangre.

El pago a los exmilitares, si se accede tras todo lo que ha pasado, generará un pésimo precedente porque se le mandará mensaje a la gente que lo que necesitan es usar la fuerza y quemar lo que se les venga en gana.

Pero pensando maquiavélicamente, hay quienes dicen que el Gobierno necesita que un Codeca haga “locuras”, tipo los militares, en caso no inscriban al MLP porque eso le servirá a Giammattei y al Oficialismo para justificar dejar fuera a otros candidatos. Hay mentes que ya trabajan en el: “Si no apoyas al Gobierno en contra de Codeca y el MLP, estás a favor de ellos”. Sienten que con eso generan la polarización necesaria y lograrán los apoyos para asegurarse otros 4 años de VAMOS en el poder sin importar cualquier manoseo electoral que hagan.

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