Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Ayer dijo el presidente Alejandro Giammattei que en respuesta a la lista Engel de los Estados Unidos de América él creará la lista del Zopilote y que él defenderá la soberanía de Guatemala, lo que provocó una ovación de pie de los Alcaldes asistentes a la actividad de la Asociación Nacional de Municipalidades (ANAM).
Vale la pena recordar que la elección entre los alcaldes, como buenos zopilotes, la allanaron con Q23 millones a favor del alcalde de San Juan Sacatepéquez que andaba en coqueteos con Allan Rodríguez, el despechado diputado que cayó en desgracia después de haberse quemado por Giammattei. Con el ofrecimiento de dinero, desistió de presentar planilla en la ANAM.
Este Gobierno ha venido operando para que los negocios regresen a las formas de antes. Tener una amiga en el MP ha permitido, según denuncias, que se regrese al famoso “te vamos a adjudicar, pero necesitamos…” y además ha existido un reparto de instituciones y responsables para controlar los presupuestos cual vil botín.
Teniendo el control del pisto, ha sido fácil lograr los acuerdos en el Congreso por medio de obras para los diputados, plazas -como dijo uno de ellos, esta me la pidió el Presidente por el voto de un diputado- e influencia en otras instituciones.
Controlando el Congreso ha sido más fácil lanzarse como zopilotes por las otras instituciones (CC, USAC, MP) y con esa misma Estrategia del Zopilote se lanzarán a manosear las elecciones, empezando por qué partidos jugarán, qué candidatos dejarán que se inscriban y si es necesario, la metida de mano en el sistema de cómputo.
Al fin y al cabo, para proteger la Estrategia del Zopilote pusieron a Leyla Lemus en la Corte de Constitucionalidad (CC), abogada que en su momento fue la Secretaria General de la Presidencia y quien acompañó a Miguel Martínez al Congreso de la República, cuando tenía cargo formal para ser el Jefe del Centro de Gobierno.
Lo que ocurre en Guatemala ahora ya se oficializa por el Gobierno, se alardea y se dice “sí y qué”, lo que nos asemeja a la realidad de Nicaragua. Al Presidente y al ex Jefe del Centro de Gobierno los empoderó un grupo de ciudadanos y los dejó en la posición perfecta para consumar un totalitarismo para los próximos 4, 8 u 12 años.
Sabrán que tiene el MP a su disposición para quien resulte muy incómodo y se plantean cuándo será el momento de remover al Superintendente de la Administración Tributaria, porque el tema de los impuestos siempre es otra herramienta de los totalitaristas.
Se vienen tiempos recios porque lo que parece ser el pacto con sangre entre Giammattei y Porras tendrá consecuencias con nuestros aliados comerciales y quedará por verse si el tema de las sanciones entra en juego.
Los guatemaltecos tenemos que abrir los ojos. Están otra vez haciendo de Guatemala su caja chica y como zopilotes se lanzan por el dinero que debería servir para la salud, la educación y el desarrollo integral de los guatemaltecos.
