Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

En la Guatemala del “eso no lo van a hacer” pero siempre sí lo terminan haciendo, hemos ido aprendiendo a puro golpe y por eso los acontecimientos del martes me llamaron la atención.

Ese día se juramentó a la comisión de postulación para Fiscal General, pero resulta que solo 14 de los 15 que deben conformar la comisión se hicieron presentes. Faltó el Decano de Derecho de la Universidad Rural y es importante recordar que el diputado Fidel Reyes Lee es el Rector de la referida universidad.

Siendo el Rector diputado es poco probable que no le haya podido recordar a su Decano que tenía esa cita tan importante y trascendental para el futuro del país, pero pensando las cosas con más calma, me entró la duda si esto no es solo parte integral de algo más estructurado.

Hay quienes han llegado al extremo de asegurar que la juramentación “incompleta” como le llaman, permitirá botar de manera sencilla el proceso porque las instancias judiciales tendrían fácil decir que como la Comisión de Postulación no fue juramentada en pleno, sus acciones carecen de validez.

No son tan burdos, entonces seguramente en momento posterior juramentarán al decano Mario Raúl García Morales o a quien la universidad designe, pero siempre se quedan con ese primer as bajo la manga si las cosas no salen como esperan.

Hay quienes hablan de la necesidad de que no haya proceso o que el mismo se caiga y por eso la decisión que tomó Consuelo Porras para designar a quien la sustituya el 18 de mayo era fundamental porque no se sentían con la paz de botar el proceso si no saben si igual se quedan con el control del MP. No quieren sustos con nada.

La solución no es tener un proceso amañado o que no haya proceso de elección del próximo Fiscal General. La solución pasa porque el mismo sea transparente, integral y que por primera vez en la historia se les exija a los candidatos que presenten información que nos permita saber si es idóneo para el cargo y esto no tiene nada que ver con la presunción de inocencia.

El defensor de narcos puede serlo sin violentar ninguna norma legal, pero resulta que no es idóneo para ser Fiscal General y así se pueden dar muchos casos. La necesidad de que conozcamos más de quienes se postulen es que de esta elección no solo depende el Estado de Derecho, depende todo porque ya lo dijo Moody’s:

La institucionalidad es clave para los negocios, para ser un centro de atracción de inversiones y por eso los agentes de negocios tienen que tomar una decisión.

Deben decidir si van a sucumbir a las presiones presidenciales y a las intenciones de quienes quieren seguir operando en la jungla de la corrupción y la impunidad (aún y cuando están cavando una tumba para todos, incluidos ellos) o marcar distancia para proponer y exigir que el proceso nos dé el mejor chance de elegir bien. Hay metodologías aplicadas en Estados de Derecho que funcionan que nos pueden acercar al objetivo.

Guatemala se juega mucho en esta elección en la que, al día de hoy, Consuelo sigue siendo la favorita de un presidente que duerme bajo la tranquilidad que ella le provee, tranquilidad que sienten muchos que operan en la corrupción y por eso es que le hacen Porras a ella y al Presidente para que siga la fiesta.

Nos ve el mundo, nos ven los países a donde exportamos bienes (además de gente) y no debemos fallar.

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