Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Era mucho antes de que la variante Delta entrara al país. Ya íbamos tarde, pero aún estábamos a tiempo para iniciar con un proceso de vacunación que se tornaba urgente con el afán de salvar vidas para los momentos críticos que se nos vendrían encima.

Pero el Presidente, quizá motivado por el trato ofrecido por los rusos que pedían una porción del puerto le estaban dando, se inclinó por unas vacunas que no han llegado como deberían. Lo que sí ha llegado es la desolación de muchos guatemaltecos que para esta época ya deberían haber tenido esquema completo y ahora se la baten en los hospitales del país y no digamos, los que lloran a sus deudos, a los que vacunarse antes les pudo haber salvado la vida.

El presidente Alejandro Giammattei sugirió a los rusos motivado por los tratos que ya venían haciendo en otros frentes, como el del puerto, y gracias al Consuelo y las Porras que le hace la Fiscal General al mandatario, el 1 llegó a pensar que podían organizar todos los negocios como el del puerto.

El Presidente bravucón no logra tener un aire con remolino contra los rusos y eso habla volúmenes en torno a lo que está ocurriendo y por qué él, como Alejandra Carrillo la esposa de Felipe Alejos, maniobró para que le quitaran al fiscal que les estaba resultando incómodo a Giammattei, Miguel Martínez y su círculo.

Hay mucha gente que se escuda en que contra el Presidente no hay pruebas porque eso les hizo creer Consuelo cuando se fue a instalar a la FECI como una niña castigada “en una silla de pensar”, pero es una apuesta un tanto atrevida porque no ha habido en el mundo el crimen perfecto y siempre pueden quedar algunas huellas.

Estados Unidos lanzó un salvavidas humanitario que muchos en Guatemala usaron para fortalecer las bases de impunidad en el país. Sábado y domingo, en uno de los departamentos se reportó más afluencia en fin de semana porque en esos días estaban poniendo la “Moderna” y entre semana, la “Sputnik” y preguntados los asistentes el motivo, dijeron que todo lo que pasó alrededor de la vacuna rusa no les daba confianza.

Toda esta situación, el opaco manejo del dinero de la gente y usar los salvavidas (literalmente porque las Moderna salvaron vidas) está generando un tenebroso panorama que va poco a poco colmando la paciencia y siendo caldo de cultivo para quienes, desde los radicalismos, buscan exacerbar los ánimos para sacar ventaja.

Los guatemaltecos que entendemos, sin importar nuestro apellido, posición social o color de la piel, tenemos la harta obligación no solo de hablarnos, sino de escucharnos para centrarnos en los acuerdos que no solo oxigenen, sino que sienten las bases para los cambios que necesitamos.

Fracasos como las Sputnik, acciones de impunidad realizadas luego que Estados Unidos tiró un salvavidas, negocios como los que los rusos quieren hacer en el puerto, quedarán siempre en la impunidad y por eso es fundamental que el primer eslabón de cambio sea la renuncia de Consuelo Porras y debería ser el primer punto de acuerdo entre diversos sectores, con el afán de cortar un poco el ímpetu que llevan los esfuerzos pro impunidad en el país.

Detener esa impunidad es bueno para los negocios, es bueno para la gente honrada, es necesario para atraer inversiones, para incentivar la inversión local y por eso es que debería estar en el mejor interés de todos que el país empiece a pensar en quién termina el periodo de Consuelo Porras. Entre otras cosas, eso obligará a Giammattei a conseguir más vacunas sin pensar en la tajada.

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