Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
No nos olvidemos que en Guatemala el proceso de vacunación sigue siendo un desastre porque muy poca gente ha podido ser inmunizada con esquema completo; no olvidemos que la gente que se ha podido vacunar es en su enorme mayoría es gracias a vacunas donadas; no nos olvidemos que Alejandro Giammattei decidió que le pagáramos a los rusos en abril casi $80 millones y a la fecha no han entregado el 88% de lo ya pagado.
No olvidemos que ese negocio no se ha podido investigar porque Consuelo Porras fue a tomar la FECI luego que Giammattei se lo pidió tras una reunión secreta entre ellos y otra corrupta como Silvia Patricia Valdés. En estas condiciones, NUNCA podremos saber qué hubo a cambio, QUE IBA en los maletines que los RUSOS entregaron en la zona 15.
No nos olvidemos que Giammattei puso al país al servicio de los caprichos de Miguel Martínez y que todas esas cosas y más, no se podrán investigar porque Consuelo Porras se dispuso ser la luz de las tinieblas de la corrupción. El dinero que recibieron en campaña de José Luis Benito les quita el sueño, los pactos que hicieron con Gustavo Alejos, les preocupa más.
Pocas cosas irritan tanto a Porras como que la llamen corrupta. Una vez, su fiel Rony López, hoy magistrado de la Corte de Constitucionalidad (CC), se llenaba la boca diciendo que ellos estaban muy pegados a Estados Unidos y que eso les daba margen a muchas cosas y aunque la realidad no era así, la apariencia les permitía vender humo. ESO SE ACABÓ EL MARTES de una manera estrepitosa.
Ayer, Porras recibió en carne propia y de varios alumnos, lo que mucha gente siente de ella y esa realidad la perseguirá para siempre. Sabe que defender la corrupción de Alejandro Giammattei será el sello que la marcará para siempre.
Y aún y cuando se paseó en su nombre y apellido para el resto de la vida, Giammattei se lava las manos en ella cual vil trapo shuco y la deja sola, diciendo que lo de Estados Unidos no tiene que ver con el Gobierno y que los problemas del MP, son exclusivos del ente investigador.
Escupida de esa manera, Consuelo tiene pocos caminos: renuncia o abre el chorro para que todas las investigaciones que detuvo y POR LAS QUE DESPIDIÓ A JUAN FRANCISCO SANDOVAL vean la luz y el presidente Alejandro Giammattei vea la justicia. Si eso pasa, Giammattei moverá ficha primero e invocará alguna causa para removerla, excusando que era lo mejor para darle oxígeno al ente investigador, sus relaciones con la comunidad internacional y querrá sentar a alguien condicionado.
Pero es que Giammattei, quien tiene a su Baldetti con la única diferencia que la ex vicepresidente era corrupta, pero más inteligente, ya no le quedan muchas armas para tapar su corrupción y la de los suyos. Su Consuelo era Porras y ahora que la dejó en mar abierto y sin salvavidas, él también se encuentra en medio de mayores fragilidades a las que ya tenía.
Tarde o temprano, las cosas se van a saber y el rompecabezas de la corrupción y los negocios se van a conocer, pero por eso no hay objeto en enfrascarse en esto desde el plano ideológico. Los que desean hacerlo, pagarán enormes consecuencias.
Alguien dijo hace unos días: “sí hay mucha corrupción, pero es mejor cerrar filas porque si no viene la izquierda”. El populista, el radical tiene chance de arrasar en las próximas elecciones por esa incapacidad de anticiparnos a resolver lo que se necesita.
No podemos tolerar la corrupción por un “tema ideológico” y ahora resulta que los que han criticado a Giammattei por muchas cosas, lo terminan defendiendo. Con esa receta tan miope, el populista o radical que sí arrase con todo, tiene enormes posibilidades.
La permanencia de Porras y Giammattei genera mucha ingobernabilidad.