Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Decir que estamos en medio de un desastre no es nada nuevo, ni nos encamina a resolver de mejor manera los problemas, pero sí nos permite contextualizar el tamaño de nuestros retos y los efectos que tendrá la presente situación.

Alejandro Giammattei no gobierna solo. Es parte de un Cogobierno en el que manda Leyla Lemus, incide Miguel Martínez, en el que los diputados (incluidos los más aliados a las mafias) llevan buena tajada, los magistrados aliados al régimen tienen su gran cuota de poder, hay particulares que siguen dominando la agenda y todos, buscan el “confort” que puede ofrecer una Consuelo Porras.

Pero poco o nada sirve solo conocer la realidad que vivimos porque debemos buscar las salidas. En medio de los retos, hay chances, hay oportunidades pero estamos tan cerca y tan lejos a la vez.

Las cosas pueden darse y que logremos incidir en la causas estructurales que nos afectan tanto o agravarse los problemas que nos lleven a una situación como la de Perú, con Zury Ríos (la Keiko Fujimori) y Thelma Cabrera (Pedro Castillo), es decir, tener que elegir entre extremos opuestos y más radicales sin que los problemas de fondo sean el foco de nuestra atención.

Hay millones que no quieren ni una ni otra opción, pero tampoco se hace mucho por buscar los acuerdos que no nos hagan terminar en manos de lo que se siente como los extremos en cada uno de los polos.

En la ruta que lleva el desgobierno del Cogobierno está esa inevitable parada en la que, en pocos meses, a la gente se le busca forzar que elija en lo que pueda surgir de los extremos y si usted es uno de esos que no desea verse en ese escenario, es ahora el momento de arremangarse y trabajar por los consensos.

Los “moderados” de ambos lados deben dejar de ser espectadores para pasar a ser actores. Construir confianza en este país no es fácil y más cuando el espectro está siendo dominado por los radicales que están más enfrascados en volver al pasado que mirar hacía el futuro.

Temas como la vacunación masiva, resolver la cooptación de la justicia, el manoseo de la asignación de obras, adjudicación de licencias y las compras del Estado, así como el tema de la elección por personas y no por partidos para el Congreso de la República, deberían ser los mínimos que nos acerquen al escenario “ideal” y nos alejen del panorama que vivió Perú.

El deseo de muchos que están hartos y la atención que la comunidad internacional tiene sobre Guatemala –en especial Estados Unidos– son oportunidades sobre las que debemos de lograr construir para ver luz al final del túnel.

Las cosas están que arden y todo se puede poner peor porque el olvidado queda más marginado, el honrado se la ve a palitos y la falta de vacunas empieza a generar mucha ansiedad en buena parte de la población. Son 15 meses y ayer reportamos que quienes están en primera línea están ya golpeados haciéndola de héroes.

Ya sabemos que este Gobierno es una vaina y que Giammattei se esmeró en ser recordado como dijo que no quería, pero solo centrarnos en eso no resuelve los problemas de este país. Debemos atinar a articular soluciones y a lograr consensos para presionar y forzar los cambios.

La incapacidad de los que tenemos oportunidades, por resolver los problemas estructurales que tanto lastre nos generan, es lo que le abre la puerta a los populistas de cualquier lado y ante eso nos debemos blindar con acuerdos, con determinación y mucha madurez para lograr hacer los ajustes.

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