La decisión de escribir es un desafío para transmitir lo que uno piensa a través de las letras, pero también es una oportunidad para sentarse a reflexionar sobra las ideas y pensamientos, por ello valoro este espacio, donde voy a exponer lo que pienso, lo que siento y lo que veo, siempre con la madurez que todo es debatible y que la verdad se construye con el aporte de todos.
La oportunidad de haber nacido en una comunidad de Totonicapán, una niñez que hoy la valoro, porque estuve junto a mi madre los primeros años, me acuerdo que al llegar de la escuela, teníamos siempre ocupaciones, entre las que puedo mencionar, hacer leña, pastorear ovejas, ir a trabajar en el campo o ir hacer pasto para las vacas, entre otras cosas, siempre nos tenia ocupados, y en ocasiones nos tocaba ir a trabajar en el campo con mi papá, sin darme cuenta ellos moldearon mis pensamientos, mi mamá enfocada en la generación de ingresos y a los resultados, mi papá siempre hablaba del servicio a la comunidad y asistir a la iglesia. Entre ambos me han hecho creer en el servicio con resultados.
Soy una generación afortunada, porque no vivimos el conflicto armado interno, nací en el inicio de la DEMOCRACIA en este país, pero también nací en un modelo de organización comunitaria, en donde es normal ver que todos servimos a nuestra comunidad, de pequeño vemos a nuestros padres contribuir a mejorar nuestra comunidad, pero al tener la oportunidad de salir a formarse, nos damos cuenta de que somos parte de un país, donde se tiene establecido normas de convivencia que buscan el bien común. Dos formas que encajan perfectamente porque ambas formas de organización buscan el bienestar, uno ordena una comunidad y el otro un país.
A lo largo de los años, he definido ciertos conceptos personales, aunque la palabra que me define es LIBERTAD, porque creo que vivimos en mundo donde cada persona puede elegir en que creer, que sentir, que ver, que tocar y que percibir, esa oportunidad que cada persona pueda elegir, pero que se tenga las condiciones para que suceda ese ideal, que en tu lugar tengas acceso a infraestructuras, sistemas y normas que contribuyan a que las persona sean libres, porque si no hay oportunidad de bienestar personal, difícilmente se pueda lograr un bienestar colectivo.
Por ello la importancia para mí de establecer acciones concretas que nos faciliten ese bienestar personal, el espacio que cada guatemalteco necesita para ser feliz, porque no necesitamos de las mismas cosas para ser felices, cada uno sabe lo que necesita, porque he visto gente satisfecha con sus casas en el bosque y también he visto a hombres satisfechos con empresas, asimismo personas insatisfechas en las mismas circunstancias. Pero lo que no se puede seguir aceptado que muchos guatemaltecos no puedan desarrollar todo su potencial en este país, esta afirmación la podemos ver con nuestros hermanos migrantes, que han triunfado en los Estados Unidos, es la muestra que de la urgencia que en Guatemala se tenga las condiciones para que su gente sea libre y pueda aportar desde sus propias capacidades.
Tenemos mucho trabajo por delante, y para iniciar de la mejor manera, tendremos que dejar aun lado nuestras diferencias y comodidades, apartar esos discursos ideológicos que solo confunden, porque la realidad no necesita palabras, la pobreza la vemos, la contaminación de nuestros recursos naturales la sentimos, el cierre de empresas lo estamos experimentando, entonces lo que queda es un llamado a la unidad para trabajar juntos, para iniciar a hacer buen uso de los recursos que tenemos, mientras construimos el país que todos queremos, porque todos los guatemaltecos quieren mejorar sus condiciones de vida.