Marco Trejo
Las personas fallecidas en hechos de tránsito se han convertido en la segunda causa de muerte violenta en el país, solamente por debajo de los decesos por armas de fuego, lo cual es alarmante y lo más preocupante es que las autoridades viales no encuentran las estrategias públicas para reducir estas cifras, que únicamente demuestran incapacidad para ocupar un cargo público.
La falta de una política integral de seguridad vial queda al descubierto con las estadísticas que se han elevado en un 38 por ciento este año, con relación a los datos registrados en el 2021, lo cual nos hace deducir que priva la ineficiencia en los entes estatales encargados de coordinar las políticas para reducir las causas de los accidentes de tránsito.
En cualquier país la vida es un derecho fundamental que está consignado en la Constitución Política de la República, pero en Guatemala no se da el caso y más pareciera que es más importante la “comodidad del escritorio” que velar por reducir la siniestralidad vial. No hay propuestas para cambio de ley, no hay nada de nada, más que el cobro mensual del “cheque” del salario.
Por ningún lado vemos que los encargados, de crear o motivar las políticas públicas, trabajen en reducir los índices y permiten que las cifras se incrementen en lugar de reducirlas, aunque estas dejan luto y dolor en miles de familias guatemaltecas, que han perdido seres queridos y no se ve una luz que pare este derrame de sangre.
En los primeros nueve meses del 2022 se registraron un mil 560 muertes violentas en hechos de tránsito, 365 casos menos que las muertes reportadas con arma de fuego, unas 173 personas mensualmente que dejan seis muertes diariamente.
Los horarios en los que ocurren los percances son variados, pero se producen la mayor parte del tiempo entre las 19:00 y 21:00 horas, momento en que la autoridad está descansando en el seno de sus hogares. Los días en los que se presentan el mayor número de casos son: viernes, sábado y domingo.
En estos nueve meses se registra que en 2021 se produjeron 6 mil 044 lesionados en hechos de tránsito, pero en el 2022 el número disminuyó subió a 6 mil 306 heridos, unas 262 personas más que tienen que pasar varios meses recluidos en salas de atención de salud para su recuperación.
Las causas de estas cifras son diversas, muchas son por desconocimiento de la Ley de Tránsito y su reglamento, otras por descuidos, otras por inexperiencia, otros por irresponsabilidad, uso inadecuado de celulares y las más recurrente el manejo en estado de ebriedad. La edad de los pilotos que más se accidentan oscila entre los 15 y 29 años y en su mayoría hombres.
El 61 por ciento de percances viales se producen en las zonas urbanas y un 38 por ciento sobre las carreteras, cifra que también ha aumentado y que deja a la ruta al Pacífico (C-A 09 SUR), como la de mayor incidencia de hechos de tránsito, seguida de la carretera al Atlántico (C-A 09 Norte), mientras que la de Occidente (C-A 01 Occidente) es la tercera cinta asfáltica donde ocurren hechos de tránsito y por último la que va al Oriente (C-A 01 oriente).
En cuanto a la incidencia porcentual de vehículos involucrados en hechos de tránsito, tenemos una estadística que dice que el 45.74% por ciento involucra a conductores de motocicletas; el 26.87% pilotos de automóviles y camionetas agrícolas; 8.79% pilotos de picops; 8.70% de camiones; 2.79% de transporte de pasajeros; microbuseros 1.99% y 5.11% mototaxis, bicicletas, cuatrimotos y maquinaria pesada, respectivamente.
Si bien es cierto que el mayor parque vehicular lo ocupan las motocicletas (2 millones 120 mil), también es sabido de todos que la mayoría de motoristas son “malos” para manejar, hacen lo que quieren y les viene en gana, han creado un tercer carril que no existe (línea blanca de separación), se pasan en luz roja los semáforos, circulan contra la vía, se suben a las banquetas, zigzaguean sin tomar precauciones, viajan excesiva velocidad, rebasan por lado derecho, entre otras cosas más.
Estos datos ha provocado que suba el número de accidentes viales, pero todo es porque no se cumplen y respetan las normas viales, muchas veces vemos en las calles y avenidas motoristas revisando el celular, sin cascos protectores y a excesiva velocidad que no permite más que su movilidad porque no respetan las velocidades permitidas en zonas urbanas o rurales.
En el tema de accidentes involucradas motocicletas, en 2021 se registraron 3 mil 968, pero en el 2022 se han contabilizado 4 mil 083 hechos, unos 115 percances más que el año anterior. Estos sucesos viales han dejado 848 personas fallecidas y 3 mil 492 lesionadas.
Lo que se debe tomar en cuenta este fin de año, es que de 35 hechos de tránsito registrados diariamente, subió a 57 percances en las últimas dos semanas, lo cual debe poner “barbas en remojo” para tratar de evitar que esto siga sucediendo, por lo que los entes viales deben actuar y dejar sus escritorios para evitar que estos últimos 20 días del 2022 tengamos luto y dolor en los hogares guatemaltecos.