Marco Tulio Trejo

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Soy periodista, comunicador social y un soñador creador de opinión pública, para hacer conciencia que permita mejorar los problemas sociales, económicos y políticos que nos aquejan y nos mantienen inmersos en una sociedad con pocas oportunidades de vida para las nuevas generaciones. Estoy convencido de la importancia que tiene la prensa, en el fortalecimiento de la democracia, para coadyuvar a la consolidación de un Estado de Derecho con una certeza jurídica y el lema de mi señor padre siempre fue: “la pluma no se vende, ni se alquila”.

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Marco Trejo

Con el paso de los meses, los años y las décadas el hombre llega a firmar su historia, deja un legado y estoy seguro de que todos queremos que la propia sea la menos peor, aunque muchos hacen muchos puntos y hacen todos los méritos posibles para que la historia los recuerde como el peor de los personajes de la vida política guatemalteca.

Los “politiqueros” están cegados por el ansia de poder, por el ansia de dinero y por el ansia de aparentar que son los más poderosos, sin ponerse a pensar que lo único que se llevarán a la tumba es el nombre, esas letras que tendrían que haber respetado y haber caminado por la vida con la cara levantada.

En cada institución del Estado podemos ver cada personaje que deja mucho que desear, muchos funcionarios se han vuelto descarados y se atreven a señalar que sus desgracias se deben a la prensa que les hace publicaciones malintencionadas.

Uno de estos casos es el de la ministra de Educación, Claudia Ruiz Casasola quién defiende la contratación de sus familiares sin pasar por la oposición de plazas y las negociaciones oscuras para la firma de pactos colectivos con el sindicalista magisterial, Joviel Acevedo.

La titular de la cartera de educación también se ha caracterizado por su falta de tolerancia y de transparencia, incluso ha escondido el resultado de los estudios de la situación de la educación y del mal estado en que se encuentran los edificios escolares en el país.

El otro funcionario que no se queda atrás es el actual jefe de la Fiscalía contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, quien ha llegado al colmo de decir que no ha podido combatir la corrupción, porque todo ha sido a causa de una maldición y no por la ineficiencia de las investigaciones que realiza esa unidad del Ministerio Público (MP).

Curruchiche va ser recordado por su labor de acoso contra fiscales, jueces, operadores de justicia y periodistas, nunca por su lucha contra la corrupción, incluso se menciona más el hecho de que una jueza llamó la atención porque no presentaron la acusación completa contra el exministro de Comunicaciones, José Luis Benito, acusado por el hallazgo de Q122 millones en una casa en Antigua Guatemala.

Otros de los burócratas que van a quedar en la historia, no por sus buenas acciones gubernamentales, sino por su complacencia con los distribuidores de gasolina, es el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel Mata, quien de una manera descarada ha salido a anunciar los precios de las gasolinas dos semanas antes, convirtiéndose en el astrólogo de los combustibles.

Pero Pimentel no se encuentra solo, es acompañado por la directora de la Dirección de Atención y Asistencia al Consumidor (Diaco), Mayra Yanette Soto, quien anunció que ocho gasolineras fueron denunciadas, por el delito de especulación tras haber determinado que aumentaron, sin justificación alguna, el valor del galón de combustible.

Este gran logro se da cuando operan más de mil 500 gasolineras y todos hemos visto como han “jugado” con los precios y lo único que hizo fue darles risa a los especuladores y por eso es que un día antes de que se decreten los subsidios, los combustibles, por arte de magia sufren incrementos similares o mayores al supuesto apoyo temporal del gobierno.

El otro político que no se queda atrás es el “flamante” ministro de Comunicaciones, Javier Maldonado Quiñonez, quien junto al director general de Conservación Vial (Covial), Mario Aguilar, han tenido falta de transparencia en la adjudicación de contratos para la reparación y construcción de carreteras. Solamente basta con salir de paseo, para darse cuenta del estado de calamidad que se encuentran las vías terrestres.

En fin, la lista es larga y podría pasar escribiendo toda la noche y como se vislumbra el proceso eleccionario, tenemos que poner “barbas en remojo” para que no vuelva suceder la misma historia, tenemos que meditar y analizar bien el voto, los jóvenes tienen que tomar la batuta para presentar una nueva alternativa y desechar de una vez la vieja política partidista, ese grupo de “politiqueros” que nos tiene en trapos de cucaracha.

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