Marco Trejo
La peor vacuna es la que no se tiene y cualquiera de las seis vacunas que hay en el mercado no son la cura, pero si apoyan a los países para que no colapsen los sistemas de salud, tenemos que pasar la bola, para que la mayoría de personas sepan que tenemos que vacunarnos, es una decisión muy personal y mucha gente ha recibido información errónea que le hace pensar dos veces ir a los puestos de vacunación.
Cómo en todas las sociedades hay muchas personas a favor y otro montón en contra, pero lo que tenemos que hacer es analizar qué es lo que pasa en el mundo y tomar una decisión. Para empezar hay más de 188 millones de personas que se han infectado en todo el mundo, de las cuales 4 millones 200 mil han fallecido, según datos actualizados de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Guatemala, a pesar de que tenemos muchos subregistros, hay oficialmente más de 325 mil casos positivos, 285 mil recuperados y han fallecido 9 mil 798 guatemaltecos, datos recabados en la página oficial del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
Entonces estos son los datos registrados a nivel global, pero si pensamos en los casos que no son reportados, que por cierto conozco muchos, las cifras pueden duplicarse y se de muchas familias enteras que han logrado salir del contagio, quienes ahora dicen que son sobrevivientes de una enfermedad que aún no se conoce a ciencia cierta.
En los pasados 15 días que se han vivido situaciones muy difíciles en la red hospitalaria, nacional y privada, con la escalada de contagios que han llegado a más de 3 mil diariamente y aun así muchas personas no toman conciencia de que la manera más efectiva de detener la propagación del covid-19 es el uso de la mascarilla, la desinfección de manos y el distanciamiento físico. Es increíble ver todavía como personas caminan, por las aceras, con el tapabocas de gargantilla y otros a menos de un metro de distancia mientras hacen fila para ingresar al supermercado, al mercado o haciendo alguna diligencia personal.
En la mayoría de países alrededor del mundo, las sociedades han tomado medidas de contingencia para protegerse y proteger a sus familias, especialmente a los adultos mayores y los enfermos crónicos. Es muy lamentable que se comparta información que no es la correcta en las redes sociales, pero más aún lo es la desinformación y sobre todo la información oficial que ha provocado una crisis de salud pública y ha generado otro tipo de propagación como la paranoia, el miedo y el estigma que deja como resultado personas desconfiadas por todos lados, especialmente cuando tienen un gobierno desacreditado que no ha encontrado la fórmula mediática de contrarrestar los ataques, que han sufrido, de grupos interesados en crear zozobra y que no se dan cuenta que no afectan a un gobernante, sino que a toda una nación.
La desinformación también ha causado un brote epidémico, pero de personas preocupadas, temerosas, desoladas y nerviosas. Por lo que es el momento para que todos unamos esfuerzos para crear conciencia, ser solidarios y ser amables con los demás, para sacar adelante una gran nación que necesita de la participación de todos.
Nos urge reactivar la economía, levantar el turismo, reabrir nuestros comercios, restaurantes, negocios y que nuestros hijos regresen a las aulas, tenemos que reconstruir los procesos de vacunación de otras enfermedades que nos aquejan, para que continúen esos procesos que hacen sociedades más sanas y desarrolladas.
Por eso es que tenemos que presionar, en este momento, al Ministerio de Salud Pública (MSPAS), para que realicen jornadas masivas de vacunación, especialmente en los departamentos donde la personas están necesitadas de la cobertura estatal y que por años, han estado olvidadas, por los intereses mezquinos de politiqueros, quienes solamente han llegado a puestos públicos a llenarse los bolsillos, para convertirse en los nuevos ricos de este país.