Marco Trejo
Esta semana circuló en redes sociales un video de un policía municipal de la Municipalidad de Carchá, Alta Verapaz, que lo conocen como “El Pollo”, quien de una manera, poco humana, le aplastó la cabeza a un cachorro de perro y se autodefinía como un pinche asesino, quien está matando a un animal.
Pero Alfredo Caal, ex empleado municipal porque fue despedido por su brutalidad, no solamente mostró indiferencia por la vida, de un pequeño perro indefenso, sino que tal acción la realizó frente a dos niños, pienso que pueden ser sus hijos, ya que se escuchaba la voz de dos pequeños que gritaban felices, por la escena, que les mostraba su señor padre.
Pude leer la indignación de muchas personas que lo trataban de lo peor, algo que sin lugar a dudas se merece, porque el ejemplo que ha dado deja mucho que desear como persona, porque mostró la indiferencia que se puede tener por el respeto de la vida de un ser. Caal ahora tendrá que solventar, su situación legal, porque incurrió en delitos por maltrato animal y debe de ser acusado por el Ministerio Público por actos impropios frente a menores de edad.
Este hecho nos muestra la decadencia humana que tenemos como sociedad y para evitar eso, es que está vigente, el Decreto 05-2017 del Congreso de la República, Ley de Protección y Bienestar Animal, que estipula multas y sanciones penales contra las personas que maltraten a los animales.
Pero es muy importante que se haga cumplir esta ley, que ha sido promulgada para proteger de maltrato a los animales, el cual no es solo que sea agredido, sino que también evitar que sea abandonado, en la calle a su destino, cuando son seres vivos que no pueden generar su alimento.
Para esto la mencionada ley, estipula que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), es la entidad directamente responsable de la creación de la Unidad de Bienestar Animal, para la eficacia del cumplimiento de lo que la Ley de Protección y Bienestar Animal establece. Pero como es de esperarse con nuestros políticos, el Ministro, encargado de la cartera, no le da el apoyo necesario a esta dependencia, la cual trabaja con lo mínimo, lo cual no es suficiente para velar por la protección animal.
El decreto mencionado estipula las clases de infracciones que se encuentran contempladas, las cuales se clasifican en graves, muy graves y gravísimas. Entre las infracciones graves está permitir que el animal de compañía deambule solo por las calles, lo cual le corresponde a los Alcaldes velar por ese cumplimiento y en la realidad eso no se da y vemos en los diferentes municipios que en sus calles y avenidas caminan perros solos y en muchos casos con signos de desnutrición avanzada.
En estos casos la Unidad de Bienestar Animal debe conminar a los jefes edilicios a cumplir con lo que tienen estipulado y no permitir que se hagan de la vista gorda, como decimos en buen chapín, ante la situación que viven los animales y debería de castigar a los dueños que los dejan tirados en las calles, lo cual es un mandato que la ley estipula.
Pero creo que muchos de los señores alcaldes, no han visto la magnitud del problema que tienen en sus localidades y tampoco están sensibilizados para, ejercer esa protección, porque tienen la responsabilidad de velar por la protección animal y evitar que sigan siendo vistos como basura. Es necesario que las corporaciones municipales empiecen hacer conciencia de este problema y que dejemos de ver decenas de perros callejeros, que únicamente demuestra que hasta en eso estamos atrasados como sociedad civilizada.