Marco Morales
A lo largo de los años he conocido diversos casos relacionados con la falta de agua para servicios públicos, asociaciones de vecinos, empresas, grandes usuarios, personas individuales. Algunos me han dejado muy sorprendido: problemas hídricos de siglo XVI aún sin resolver. Les contaré sobre dos de ellos.
En 2017, recibí una comunicación de la municipalidad de Zacapa refiriendo sus problemas del agua: el edificio municipal tenía que abastecerse con agua comprada a camiones cisterna. Nunca los pude asesorar, pues el proceso de contratación no avanzó y se cortó toda la comunicación. Conociendo cómo son los temas aquí, me temo que la situación sigue igual hoy en día. La municipalidad no tiene agua. ¡Welcome to Guatemala!
Me enteré leyendo las noticias, que un año después, 2018, el alcalde había sido asesinado por causas desconocidas; que descanse en paz.
La falta de agua, la sed de un pueblo es también un asesinato, en cámara lenta. Está en la raíz de las causas de la migración, la desnutrición: demuestra la falta del Estado, que brinde servicios mínimos para la vida de cientos de miles de guatemaltecos en zonas rurales.
Aún hoy, me sigue pareciendo inconcebible que una autoridad municipal no fuese capaz de solucionar un problema tan básico, en su propio edificio, y a sabiendas del enorme gasto mensual que representa comprar agua de camión cisterna.
El segundo caso lo conocí este año. Se acercó a consultarme el jefe de una subestación de la Policía Nacional Civil, sobre el problema de la falta de agua en un edificio que alquiló la institución para albergar, en horas pico, hasta 60 personas. La municipalidad de Guatemala les brinda 3 o 4 horas de agua al día; solo pueden almacenar 2,500 litros en un tinaco.
La dotación de agua se calcula en litros/persona/día considerando el consumo total requerido y las pérdidas físicas del sistema hidráulico. Según INFOM la dotación para esa comisaría debería ser 200 l/p/d, unos 12 mil litros de agua al día. ¿Quién alquila este tipo de infraestructura sin contar con el sistema hidráulico mínimo? ¿qué tipo de autoridades alquilan inmuebles sin conocer algo tan básico como el servicio de agua y la capacidad de almacenamiento?
Según el oficial, han tenido que pagar de su bolsa el dinero para comprar agua de tanques cisterna. Sucede con el agua lo mismo que con las llantas de las patrullas: el Gobierno no les provee el dinero para este tipo de recursos básicos. Esto es insostenible e indigno. La comisaría no tiene agua. ¡Welcome to Guatemala!
Todo esto tiene solución, mediante preinversión e inversión en ingeniería del agua y fortalecimiento de la gobernanza hídrica. Es un servicio profesional que lanzaremos con fuerza este año, en una alianza entre un actor importante de la cooperación internacional y mi empresa.
El Programa Conjunto de Gobernabilidad Económica del Agua, que coordiné hace unos años, realizó un estudio sobre agua y finanzas públicas; la compra de agua a camiones cisterna movía al año más de 50 millones de USD del dinero público (circa 2014). Uno recuerda también el extinto caso “Caja de pandoras” que señaló, entre otras cosas, al gran negocio corrupto de agua de camiones cisterna en la Metrópoli.
La falta de agua se paga muy caro. Hay vividores que se enriquecen con este caos y que defienden el statu quo