Caso Hospital Chimaltenango: Empresa señalada suma otros 87 eventos que ascienden a Q2 millones. Foto: La Hora/Vía Presidencia

 

Un caso que no fue develado por los NetCenters y la Fundación Contra el Terrorismo fue el de la supuesta corrupción en el Hospital Nacional de Chimaltenango y en el que fue sindicado el ex Viceministro de Hospitales, aquel ex director del San Juan de Dios que se quejó de la fiscalización de la prensa.

Era un secreto a voces que el señor Gerardo David Hernández fue impuesto a “puro chaleco” en el cargo y cuando se ve la manera en la que armaron los eventos para fraccionar burdamente las compras en tan poco tiempo, no puede dejar de pensar el ciudadano que el ex funcionario se sentía “más agarrado que mano de trapesista” y bien protegido por quien manda en este Gobierno.

Afortunadamente, las autoridades de Salud no apañaron el negocio y denunciaron, lo que derivó en la investigación inicial y judicialización del caso, que ahora deberá llevar su curso con las plenas garantías que manda la ley.

Es necesario llegar al fondo porque casos como estos son la excusa perfecta para aquellos que desean quedarse en la informalidad argumentando que “para qué pagar impuestos, si al fin y al cabo se los roban”. En un Estado de Derecho comprometido, ojalá aquí se haga justicia.

Y hablando de esto, creemos que es importante que el Ministerio Público (MP) indague más en el asunto porque La Hora encontró que un ex miembro del Centro de Gobierno, aquel aparato paralelo que Alejandro Giammattei creó para el señor Miguel Martínez, fue parte del proceso y muchos de estos ex Centro de Gobierno siguen siendo leales a quien fuera su primer jefe.

Consideramos que es el momento de una investigación objetiva y profunda de parte del ente investigador porque podemos estar ante un patrón que se pudo haber repetido en varias ocasiones, en diferentes ministerios y para variados negocios.

Derivado de los temores generalizados, poco se habla de la manera en la que se han estructurado muchos negocios y ese extremo le ha permitido al oficialismo tejer una red de alianzas que veremos a prueba en las elecciones de este año.

Este Gobierno ha tenido recursos como ningún otro y sin embargo, no vemos los efectos reales de un dinero que debió ser invertido en la gente pues la calidad del gasto sigue brillando por su ausencia y la probidad de los funcionarios no está siendo la regla.

El ciudadano debe demandar más de sus autoridades en la ejecución y control de gasto y del ente investigador para que lleguen al fondo de lo que pasó en Chimaltenango y hasta donde llegó la cadena, por qué el ex viceministro impuesto se sintió a sus anchas y protegido.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorQuedarse en la informalidad no es la solución
Artículo siguienteBolsonaro entrega joyas no declaradas a las autoridades