El problema del tránsito en Guatemala está convirtiéndose en uno de los temas más abordados, tanto por la ciudadanía en sus conversaciones diarias como por los medios de comunicación, que están dedicando muchos espacios a una situación que genera, además de pérdidas económicas y de tiempo, enorme frustración entre aquellos que tienen que pasar varias horas diariamente en terribles atascos.
Y no es para menos porque los niveles de desesperación crecen día a día casi al ritmo que aumenta el número de automóviles que tienen que transitar por calles, avenidas y bulevares que no fueron diseñados para esa cantidad de vehículos.
Mientras no tengamos un eficiente sistema de transporte público, el ciudadano se verá obligado a seguir comprando vehículos, de cuatro o de dos ruedas, para desplazarse a sus actividades diarias.
El anuncio de un nuevo sistema de transporte público, Tu Bus, deberá ser realmente eficiente y masivo si queremos que de alguna manera alivie el calvario cotidiano y urge que en la medida de lo posible se acelere su implementación.
Revisar la prensa diaria y las expresiones que hay en las redes sociales sobre el tema del tráfico, que aunque viene de años no había captado tanta atención como ahora, confirma la gravedad del problema y el nivel de desesperación que hay entre toda la gente. No se trata únicamente de un problema urbano porque, por ejemplo, los turistas se quejan de que deben estar en el tráfico hasta tres horas para recorrer los poco más de 40 kilómetros que hay entre el aeropuerto y la ciudad de Antigua Guatemala. Y desde antes de las cinco horas, todos los días hábiles, ya se pueden observar largas filas de vehículos en prácticamente todos los accesos a la ciudad y esa misma gente, que madrugó para llegar a sus trabajos, tiene que pasar igualmente largas horas en su retorno a casa.
Si un día de tráfico genera enorme frustración, ¿qué podemos esperar de los que son ya el pan de cada día? Por supuesto que los automovilistas y motoristas están desesperados y eso hace que también se incurra en violaciones a los reglamentos de tránsito en ese denodado esfuerzo por avanzar.
El único transporte público, el Transmetro, es insuficiente para la demanda y la oferta de un teleférico que no solo está detenido en el Congreso sino que parece insuficiente para todo lo que nos hace falta.