En el Manzanote, Palencia vecinos y autoridades ubicaron grietas que han afectado a varias familias que tuvieron que evacuar sus viviendas. Foto La Hora/Conred

Según Wikipedia, Marca País es un término o concepto utilizado en marketing y comunicación para referirse al valor intangible de la reputación a imagen de marca de algún país. Hay publicistas expertos en la materia que han ido generalizando la frase que ya ha sido adoptada por varias naciones en el mundo y Guatemala es una de ellas. Pero si hablamos de valores intangibles de la reputación, aparte de tener una corrupción Asombrosa e Imparable, también nuestra reputación está marcada por el valor intangible de los constantes hundimientos que son resultado de la inexistencia de acciones de mantenimiento de la infraestructura.

Evidentemente son muchos los Alcaldes que nunca se han preocupado por averiguar siquiera qué hay en el subsuelo de sus jurisdicciones, ni si alguna vez se construyeron drenajes que, como toda obra de ingeniería, demandan mantenimiento. Saben de su existencia cuando empieza a hundirse la tierra porque las fugas, producto de grietas que surgen con el tiempo, van socavando la tierra y poniendo en peligro no solo carreteras, como en Villa Nueva, sino hasta las viviendas y sus habitantes.

El ejercicio de las funciones públicas se ha prostituido de tal manera que no hay ningún compromiso ni interés por el bien común que obligaría, por lo menos, a dar mantenimiento a la infraestructura existente. Pero como en ese mantenimiento no hay sobra, tampoco se hace la obra, dejando que el deterioro se vaya acumulando hasta que se vuelve un dramático problema que refleja el hundimiento de todo el país que cayó en manos de la generación de políticos más descalificada de toda la historia patria.

Aunque parezca imposible o una fantasía, hubo épocas en las que los servidores públicos no solo hacían obra útil, sino que hasta la enterraban, como es el caso de los colectores que recogen tanto aguas servidas como aguas de lluvia. Millones fueron enterrados sin que pudieran traducirse en relumbrón para hacer brillar la figura del político que inauguraba, simplemente porque se entendió la absoluta necesidad de tales proyectos de los que, tristemente, sus sucesores ni se enteraron, mucho menos se preocuparon.

El valor intangible que distingue a Guatemala en esta época es la corrupción que se traduce en ese masivo deterioro del país y que cobra visos alarmantes cuando en la tierra se empiezan a producir grietas que, en el momento menos pensado, se traducirán en cavernas que han de tragarse las viviendas construidas en la superficie. Triste de verdad tener que ver que, como la corrupción, el hundimiento paulatino y constante resulta siendo Asombroso e Imparable.

Redacción La Hora

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