Generalmente las aclaraciones a algunas noticias son para rechazar señalamientos y forzar a la rectificación, pero cuando se actúa con la torpeza como lo hicieron el gobierno con el vocero presidencial y el Ministerio Público con su Fiscal General y subalternos que abrieron la boca, resulta que la pretendida aclaración no hace más que confirmar todos y cada uno de los hechos que supuestamente están tratando de desmentir. El trabajo periodístico publicado señalaba la forma en que se concretó una mordida anticipada, bajo el eterno disfraz de financiamiento de campaña, y la manera en que el ente encargado de la investigación penal en Guatemala se ha empeñado en enterrar el caso, no sólo destituyendo al titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, sino desmantelando esa instancia y tratando de cortarle la cabeza a la jueza que tiene bajo custodia el demoledor testimonio.
Luego de las peroratas en el Palacio y en la sede del MP no queda ya ninguna duda, a nadie, que lo publicado por El Faro, medio al que ayer se sumó CNN en español con Fernando del Rincón, es la verdad verdadera, como le gustaba decir a Vinicio Cerezo en los albores de una democracia que nunca llegó a ser real porque fue secuestrada, precisamente, por la vía de los financiamientos electorales de los que ya gozó el mismo Cerezo.
Mientras el vocero presidencial afirmaba que todo era un invento para atacar a la democracia guatemalteca, letanía que se repite una y otra vez cuando no hay nada de fondo que decir, la Fiscal reconocía la existencia de un testimonio bajo reserva relacionado con el caso de marras y anunciaba, junto a su equipo, la presentación de una denuncia para castigar la fuga de información reservada. Y los medios que desde aquellos añejos tiempos de Vinicio Cerezo le financiaron su campaña para adueñarse de las frecuencias televisivas, montaron una “declaración” del supuesto testigo desconocido para afirmar que todo fue un invento de Juan Francisco Sandoval quien, dicho sea de paso, anoche dio una cátedra de congruencia y seriedad al responder a las preguntas de Del Rincón.
Hay golpes tan bien puestos que la prudencia aconseja que es mejor no abrir la boca y dejar que todo se diluya, sobre todo cuando un terremoto acaparó la atención de la opinión pública. Pero en su intento por tapar lo evidente, por encubrir lo que no se puede negar, terminaron convenciendo a toda la ciudadanía que lo de Benito y su apoyo a Giammattei con sucios millones para la campaña, es una realidad que pinta de cuerpo entero a esa falsa democracia que con tanto afán defienden.