El presidente Alejandro Giammattei y sus aliados buscan aprovechar el Estado de Calamidad para comprar sin control y para usar el virus como a los vendedores de mercados, es decir, instrumentos para evitar manifestaciones. Foto La Hora.

Bajo una dictatorial interpretación de la Constitución y de la Ley de Orden Público, que es resabio de nuestras viejas dictaduras, el Estado de Excepción que estableció el Toque de Queda sigue siendo aplicado aunque no se haya cumplido con el mandato constitucional de que “debe” ser aprobado, modificado o rechazado en el plazo de tres días. Empecemos por decir que un Toque de Queda de diez de la noche a cuatro de la madrugada es sólo para decir que se hizo algo luego de meses de no mover un dedo para contener la pandemia y, de esa forma, aprovechar la manga ancha que da esa norma para hacer micos y pericos con las compras del Estado.

El gobierno sigue sin dar respuesta al aumento de casos y ni siquiera fue capaz de emitir una normativa de salud pública que permita sancionar a los que no usen correctamente la mascarilla, exponiendo a toda la gente que se encuentre a su alrededor. Con el simple refuerzo de la orden de usar la mascarilla se evitarían miles de contagios pero ayer se pudo ver, por ejemplo, cómo los vendedores de la Terminal estaban apuñuscados, como dice Giammattei, en una conferencia para defender al presidente del Congreso por haber sido descubierto cuando llegó a convencerlos para que sean la fuerza irracional de choque en defensa del gobierno.

Las acciones efectivas para contener el virus y aplanar la curva son la vacunación y la mascarilla, más el distanciamiento social. Las reuniones sociales continúan y hasta se anuncian en redes, como una boda que hoy se celebra en Antigua Guatemala, las mascarillas se usan menos que al principio y muchas veces se utilizan solo para tapar el ojo al macho, dejando descubierta la nariz y muchas veces hasta la boca, mientras que la vacunación sigue siendo un calvario para la gente, por mucho que se instalen puestos hasta en la Plaza Central para alejar a los manifestantes.

Todos los expertos se han burlado de ese absurdo Toque de Queda por el horario y lo que hace falta es que el gobierno, que no puede hacer que vengan las vacunas rusas que se pagaron holgadamente, ordene por lo menos el uso correcto de mascarilla y el respeto a los aforos, así como un HONESTO manejo del tablero que acomodan las autoridades literalmente al gusto del cliente.

Guatemala vive horas críticas que son aprovechadas por Giammattei y su banda para comprar sin control y para usar el virus como a los vendedores de mercados, es decir, instrumentos para evitar manifestaciones.

Redacción La Hora

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