-Fijate vos que estaba pensando que, si una buena alma es provocada, puede dar lo peor de ella. Y se me ocurre que el deber de una nación es evitar esas provocaciones, y que eso solo se logra con justicia y equidad.
-Pues ese es el papel del Estado, para eso está, para crear ese tipo de condiciones. Como ente rector debería vigilar eso, pero ya ves, hemos depositado en algunas personas ese papel, en la confianza de que sean fieles servidores; pero la experiencia es que solo se sienten gobernantes y se asumen como dueños del país.
-Hay mucha diferencia entre ejercer el poder con responsabilidad de servicio o simplemente ostentarlo con prepotencia.
-Sí, ha sido un riesgo dejar que los que no saben hagan las cosas. Y es un riesgo dejar que los que saben las hagan si no son honestos, porque pueden abusar de la ignorancia de muchos en un país tan desatendido.
-Sí vos, la ética sin conocimiento no es suficiente, y el conocimiento sin ética puede ser muy peligroso. Parece que los humanos nos guiamos más por lo que sentimos que por el uso de la razón. Aun así, creo que sentir es bueno, aunque no siempre se sientan cosas agradables, pero eso es otra cosa.
-Pero a propósito de sentir, saber qué se siente tener tanto poder; si hasta uno cuando tiene un poco abusa de él. Como dijiste al principio, el alma puede mostrar fácilmente su lado perverso.
-Y lo peor es que todos parecemos saber lo que tenemos que hacer. No es que uno no entienda, sino que no se quiere hacer caso. Nadie cambia si no quiere, si hasta queriendo es difícil. Pienso que querer es estar dispuesto a todo, y que eso no es lo mismo que decir; sería bueno o cómo me gustaría.
-Es fácil rechazar lo correcto porque compromete, y porque desautoriza a todo lo que está mal. Cada uno se gana la porquería que se come con el sudor de su frente, y hasta se regodea con ella en una especie de parafilia necrófila.
-Todos comemos, dormimos, liberamos excretas y nos hacemos de cosas materiales, y la única diferencia es que unos lo hacemos más barato y otros más caro. Al resto de cosas importantes, las metafísicas digamos, no se les puede tasar así.
-Sí vos, el mundo invita a pensar poco y a reflexionar menos; es un mundo de una comodidad insoportable. Pero no cantemos victoria, porque ahí estamos todos pidiendo el pan de cada día y sin conciencia queremos en la mesa de hoy, el pan de toda la vida.
-La conciencia es dolorosa porque tenerla es darse cuenta. Si uno no la tiene todo se va de largo y seguramente vamos a sorprendernos cuando nos pase lo que no fuimos capaces de ver.
-Y lo peor es la cantidad de veces que hemos sido sorprendidos por lo mismo, todo por no querer aprender.
-Así pasa. Muchas veces hemos rechazado las lecciones de la vida, solo porque nos disgustan. Y aunque no se pueden quemar etapas, la experiencia de aprender no puede seguir siendo tan torpe e irresponsable, como si hubiera una vida de repuesto.
-Sí, equivocarse a pesar de tener conciencia del error es un infierno. Es una lucha titánica la de no ser hoy peor que ayer. Si no se tiene suficiente madurez y no se logra alcanzar la que se necesita, al menos se debería compensar con algo menos dañino esa carencia, pero se necesita de algún poder egoreductor, y eso si le pertenece al plano espiritual. De qué sirve reconocer los rasgos del propio carácter, si no se les va a tomar en cuenta para evitar que actúen a sus anchas y con tanta soberbia.
-La mayor humildad debería ser admitir la realidad. Y aunque uno sienta que tiene muchas razones para algo, debe entender que eso no significa tener razón. Es muy difícil vivir si solo se contribuye negativamente a la propia vida. Se quiere uno pasar de listo para evitar sufrimientos, pero hay remedios para la frustración que terminan produciendo más dolor.
-Supongo que el crecimiento puede ayudar a evitar que se produzca dolor innecesario, y a soportar mejor el que inevitablemente nos llega de afuera. Hay que poner atención a todo, incluyendo lo que les pasa a otros. Hasta el más tonto tiene algo que decir, y a veces es el que mejor lo dice. Además, es curioso ver como la misma situación en otras manos, puede ser una tragedia o un triunfo.
-Es tan complejo todo, pero eso hace que la vida sea entretenida, porque no hay una fórmula secreta de cómo vivir. Cada uno debe ir encontrando el sentido de su propia vida.
-Bueno, la familia y la cultura podrían ayudar un poco con eso.
-Sería bueno, pero muchas veces en lugar de abrir puertas las cierran y nos ciñen a estereotipos bastante lamentables, con líneas rectas qué seguir y sin respeto a la individualidad. A veces he pensado que uno no se atreve a madurar porque entiende a la madurez como la etapa previa a empezar a podrirse. Veo ahí un miedo a la separación y a la muerte, y en consecuencia a ser libre.
-Uno debería ser fiel a sí mismo y no renunciar a sus hipótesis solo porque a alguien no le gustan, pero tampoco aferrarse a ellas como verdades absolutas. Solo la duda nos salva vos, si no, no habría ciencia ni filosofía.
-Nos salvan la duda y el amor propio legítimo. Si no se puede vivir como se piensa, al menos habría que pensar en cómo se está viviendo la propia vida; pero usualmente no estamos interesados en la verdad sino en que prevalezca nuestro parecer.
-Creo que capto lo que decís. Los hechos pueden crear estados de malestar subjetivo que sin duda pueden llevarnos a tomar decisiones aparentemente racionales, pero sin la integridad emocional indispensable para que la elección de algo sea justa. El asunto no es solo de portarse bien como si uno fuera un niño, sino de tener la conciencia de por qué se hacen las cosas.
-Sí, no hay que tergiversar nada, el justo no tiene por qué mentir, es más fácil que mienta un culpable. La libertad implica responsabilidad que como decís, no es portarse bien sino tener la habilidad de dar una respuesta justa.
-A mí lo que me pasa es que en distintas épocas he creído de mi vida cosas diferentes. En ocasiones me veo hablando de mí, y cuando entro de nuevo a mi vida, me doy cuenta de que hubo muchas cosas en las que falté a la verdad. Confío en que mi próximo despertar sea más lógico y amoroso.
-Así es, y si de algo estamos seguros es que nadie es el mejor. En todo caso por lo que hay que vivir es por adaptarse bien, y que todo vaya quedando de la mejor manera posible, hasta llegar al día de la muerte con la mayor integridad.
-Estoy con vos, es como apelar a la serenidad, donde Dios termina siendo una reflexión en algún punto luego de un arduo vivir, y no terminar sintiéndose un infeliz.
-Razones para ser infelices hay muchas, pero la única razón que me convence para ser feliz es que se lo debo a mi vida. Diseñar una vida personal es como un acto de rebeldía.
-Si, y como me dijiste la otra vez con una fábula. Cuando tener y ser se divorciaron, en el reparto de los bienes; tener se quedó con las cosas materiales, y ser se quedó con lo poco, lo pequeño y lo invisible.
-Exactamente, no hay que transgredir las cosas que son sagradas. La felicidad es algo divino que habita en el interior de cada uno; de eso creo estar seguro.