Por Jorge Santos
El gobierno, del ya reconocido criminal Alejandro Giammattei no deja de sorprender por su incapacidad, latrocinio y criminalidad a la que puede llegar. La población a la cual juró proteger, hoy se encuentra a merced de un delincuente que dirige no un Gobierno sino una estructura criminal capaz de cometer las violaciones a la ley más atroces que usted se pueda imaginar. Siendo médico y cirujano su incapacidad para afrontar la crisis del Sistema de Salud, raya ya en un acto a todas luces lleno de perversidad y terror. Primero durante los meses más fuertes de la pandemia del Covid 19 y ahora ya para atender los ingentes males de la población.
Su capacidad de delinquir junto a otros y otras, quienes lamentablemente dirigen la institucionalidad pública, es mayor, pero también de manera conjunta con otras personas que conducen los destinos de otros órganos tales como el Congreso de la República, el Ministerio Público, la Corte de Constitucionalidad, la Contraloría General de Cuentas, la Procuraduría General de la Nación y otros. Tan sólo este año, ha impulsado toda una serie de acciones dignas de estructuras del Crimen Organizado por la calidad de daño que producen a todas y todos los habitantes de este país. Durante estos dos meses y cuatro días del año 2022, llevamos hechos tan significativos, pero que nos harán retroceder enormemente.
El primero de ellos, es la grave crisis por la que atraviesa el Sistema de Salud Pública del país. Los dos hospitales nacionales y por ende más grandes de Guatemala, susbsisten en condiciones de precariedad absoluta. Estos hospitales y los médicos que laboran en ellos, han denunciado falta de recursos médicos y/o hospitalarios para atender a quienes asisten en búsqueda de una respuesta o solución a sus problemas de salud, falta de pago de salarios a personal médico y de enfermería, inundaciones, deterioro total de la infraestructura entre otros graves problemas. Aunado a lo anterior, en dos hechos claramente articulados, el criminal que ostenta el cargo de Presidente de la República vetó la Ley de Vacunación, sin dar una alternativa para dejar en claro, el compromiso de atender a su población en uno de los temas centrales de salud hoy por hoy. Pero también, esta semana se dejaron vencer más de un millón de vacunas contra el Covid 19, frente a la mirada cómplice y corrupta, del incapaz Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
Y por último, esta estructura criminal, ha conjugado esfuerzos entre el Organismo Ejecutivo, el Ministerio Público y algunos actores en el Organismo Judicial, para criminalizar y perseguir políticamente a fiscales de la Fiscalía Especial contra la Impunidad -FECI- o bien a quienes laboraron en la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala -CICIG-. Este acto de retaliación o venganza frente a quienes lucharon y luchan contra la corrupción y la impunidad, lanza también un mensaje de que harán todo lo que esté a su alcance, aun rompiendo la ley, por instaurar el viejo Régimen de Impunidad, Corrupción y Violencia.