Jorge Morales Toj
El pasado 24 de octubre del presente año, la ciudad de Santa Cruz del Quiché, tuvo una visita de talla mundial, el hermano Maya Q’anjob’al, Marcos Antil llegó a territorio Maya Ki’ché y presentó su libro “Migrante” y generó un interesante conversatorio sobre el sueño guatemalteco.
El ambiente del salón en que se desarrolló el conversatorio se siguió todo el protocolo para la prevención del Covid-19, aun así, el ambiente de algarabía se sentía ingresando al salón. Los pequeños grupos de amigos se fueron aglomerando y las amenas conversaciones giraban alrededor de lo que Marcos significa para el pueblo maya. Pude escuchar decir, “Marcos en un genio en tecnología”, otros decían, “Marcos ha roto paradigmas “, “Marcos es un auténtico líder”, “Marcos es un verdadero ejemplo para la juventud” y un sinfín de buenos comentarios. En mi interior sentí profunda gratitud por la fortuna de volverle a estrechar la mano y conversar un momento.
Marcos Antil comenzó agradeciendo a la concurrencia por ser recibido en ancestral territorio Maya Ki’ché y luego expresó que debemos recuperar el sueño que siempre hemos tenido, el sueño de nuestras abuelas, de nuestros abuelos… un sueño milenario con grandes legados, que han transformado civilizaciones, que ha transformado el mundo y que estamos acá listos para construir otra nueva Guatemala para dejar nuestro legado, porque nuestros abuelos y abuela ya dejaron su legado. Marcos preguntó a la concurrencia, ¿qué legado le dejaremos a nuestros hijos?
Hablando de la emigración dijo; “Los que nos vamos no nos vamos porque queremos, ser migrante es nostalgia y reafirmó con convicción ¡¡Yo sueño con que la emigración sea un opción!!”. Expuso que el progreso en Guatemala es muy lento y no nos llega a todos, y preguntó ¿qué podemos hacer para que se genere más progreso y llegue a todos? Narró que en la ruralidad llegar a la secundaria es como llegar a la universidad, los campesinos ganan de 400 a 800 quetzales al mes, lo que les imposibilita enviar a sus hijos a estudiar.
Luego de su sucinta intervención, pregunto a los presentes ¿cuál es su sueño guatemalteco? Y en una avalancha de intervenciones, los participantes se expresaron frases como las siguientes: “una Guatemala con progreso para todos”, “un país diferente, con justicia”, “sueño con una generación de jóvenes que quieran ser políticos, maestros, empresarios diferentes”, “sueño en que las aulas estén equipadas, aulas competitivas para los niños”, “un mundo más verde, que se generen oportunidades para los jóvenes”. Para mí, fue una experiencia enriquecedora y sobre todo que nos enseña que los guatemaltecos tenemos sueños comunes y que toca construir juntos esos sueños.
Para finalizar el evento, de una manera humilde pero con firmeza Marcos dijo, prepare el siguiente texto, el cual dice así: “El gran libro sagrado de los Ki’che’s refleja las luchas de los gemelos Junajpú e Ixbalanque, en contra de las fuerzas de la obscuridad, los señores de Xibalbá, pienso que todos tenemos un poco o quizás mucho de esos hermanos, que nunca se dan por vencido, que siempre encuentran una solución, que confían en el corazón del cielo para poder vivir un día más con dignidad y heroísmo…muchas gracias por compartir sus sueños”