Juan José Narciso Chúa

juannarciso55@yahoo.com

Guatemalteco. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones, se graduó en la Escuela de Comercio. Obtuvo su licenciatura en la USAC, en la Facultad de Ciencias Económicas, luego obtuvo su Maestría en Administración Pública INAP-USAC y estudió Economía en la University of New Mexico, EEUU. Ha sido consultor para organismos internacionales como el PNUD, BID, Banco Mundial, IICA, The Nature Conservancy. Colaboró en la fundación de FLACSO Guatemala. Ha prestado servicio público como asesor en el Ministerio de Finanzas Públicas, Secretario Ejecutivo de CONAP, Ministro Consejero en la Embajada de Guatemala en México y Viceministro de Energía. Investigador en la DIGI-USAC, la PDH y el IDIES en la URL. Tiene publicaciones para FLACSO, la CIDH, IPNUSAC y CLACSO. Es columnista de opinión y escritor en la sección cultural del Diario La Hora desde 2010

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La situación poco a poco ha venido degradándose seriamente. La democracia como espacio que permite la libre participación ciudadana y partidaria, la que propicia el libre juego de ideas, la que empuja la visión de derechos humanos con respecto las relaciones sociales, ha, prácticamente llegado a su fin. El deterioro puede ser mayor, eso sí, pero lo que se ha hecho hasta el momento pone en serio peligro el derrotero de nuestra sociedad.

En la actualidad el ente amorfo que nos gobierna, hilvanado por hilos escasos y delgados, ha roto incluso con la democracia formal; es decir, con aquellos procesos que configuran la democracia pero que se refiere únicamente a cuestiones formales, no sustantivas. La idea de la democracia en su aspecto formal propiciaría el libre recambio de autoridades, la organización de elecciones libres, la libre participación de todos los partidos políticos, independientemente de su ideología u orientación, para permitir asumir a un nuevo régimen.

Esto es forma, pero no deja de ser importante. Lo sustantivo ya sabemos que ha sido relegado hace tiempo. No se avanza en prácticamente nada. La desigualdad, pobreza y depauperación paulatina de mayor cantidad de personas es una realidad indiscutible. La cuestión cultural se encuentra en manos de desconocedores, la cultura avanza porque existe un enorme grupo de personas que nos interesamos en la misma y otros sobresalientes que son aún mejores. La economía no pasa de ser una muestra de un exiguo crecimiento económico, los privilegios de los grupos corporativos se mantienen a la orden del día, las zonas de exclusión o excepción continúan favorecidos y degustando enormes ganancias, las relaciones internacionales se encuentran en el sótano y la cuestión de los derechos humanos hoy pasó al exilio, al silencio impuesto y arreglado.

Los pueblos indígenas continúan haciendo sus propias luchas, amalgamados a través de diferentes organizaciones, pero siguen siendo los abandonados, la informalidad se acrecienta, no porque sea un espacio agradable de vida, sino que es la única forma de generar sustento para familias enteras.

La educación continúa en el laberinto de una dirigencia magisterial absurda pero, además, aprovechada, mientras los resultados de las evaluaciones de cada año muestran lo mal que estamos, pero esas estadísticas ni siquiera son tomadas en cuenta para reformar currículos, ni calidad educativa.

La corrupción se convirtió en el pivote de todas las decisiones políticas del país. La Corte Suprema de Justicia prácticamente duplicó su período y con ello acepta resoluciones favorables para criminales y corruptos y les sigue juicios a personas honorables. La Corte de Constitucionalidad se integró justamente como la quería este grupo minoritario irresponsable (Pacto de Corruptos). El Tribunal Supremo Electoral se encuentra integrado por auténticos impresentables y sinvergüenzas. El MP, desde hace ya varios años, se ha constituido en una institución que se pasó al lado oscuro de la historia y afina sus golpes al tenor de la presión de una organización que vive del anticomunismo. El congreso apunta a llenarse de auténticos malhechores, más los que ya están ahí.

No existe un ente que se oponga. Los esfuerzos vienen de organizaciones comunitarias, indígenas, campesinas y populares y algunos columnistas que buscamos recrear opinión e informar. El Sector Privado es una vergüenza nacional, se ha vendido en función de sus propios intereses, no entienden que una dictadura destruye la economía y con ello a todo el tejido empresarial. La USAC ha sido entronizada y vendida dócilmente al poder, una vergüenza para los que somos sancarlistas de corazón.

Las elecciones no son ninguna opción, para nada. Ya todo lo arreglaron, no queda espacio para elegir, para disentir, para votar por algún partido político que tenga caudal y que propicie transformaciones. Si inscriben a VOS, será únicamente para demostrar que hay partidos de izquierda inscritos y que existe juego de ideologías, pero acá mi buen amigo Manuel Villacorta aporta más preferencia electoral que el propio partido. Semilla, URNG y Winaq también serán inscritos y constituirán muestras que utilizará el bloque en el poder para decir que hubo libre juego democrático, aunque las considero opciones respetables, pero los dejan porque su preferencia es baja y no pone en peligro a nadie.

Así que cada vez más lejos de la democracia, pero, peligrosamente, muy cerca de la dictadura.

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