Juan José Narciso Chúa

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Guatemalteco. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones, se graduó en la Escuela de Comercio. Obtuvo su licenciatura en la USAC, en la Facultad de Ciencias Económicas, luego obtuvo su Maestría en Administración Pública INAP-USAC y estudió Economía en la University of New Mexico, EEUU. Ha sido consultor para organismos internacionales como el PNUD, BID, Banco Mundial, IICA, The Nature Conservancy. Colaboró en la fundación de FLACSO Guatemala. Ha prestado servicio público como asesor en el Ministerio de Finanzas Públicas, Secretario Ejecutivo de CONAP, Ministro Consejero en la Embajada de Guatemala en México y Viceministro de Energía. Investigador en la DIGI-USAC, la PDH y el IDIES en la URL. Tiene publicaciones para FLACSO, la CIDH, IPNUSAC y CLACSO. Es columnista de opinión y escritor en la sección cultural del Diario La Hora desde 2010

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Juan José Narciso Chúa

La situación a nivel internacional cada vez se complica más. Desde ayer nos enteramos que Turquía dio su beneplácito para que Finlandia y Suecia puedan ingresar a la OTAN, con lo cual se reconfigura el mapa europeo, no en términos de territorio, pero sí en lo relativo a que la potencialidad de la guerra se hace mayormente cercana.

Esta nueva condición es compleja, crítica y difícil de prever sus consecuencias. Compleja porque la presencia de la OTAN sin duda marca el nuevo rumbo del mapa de fuerzas militares, navales y, principalmente, nucleares, de los países en términos de potencialidad de una nueva conflagración.

El derrumbe del muro de Berlín en noviembre de 1989, sumado a la desintegración de la Unión Soviética marca un punto de partida en esta nueva configuración, pues a partir de esta fecha se cancela el Pacto de Varsovia, con lo cual la OTAN permanece como la única entidad que aglutina la fuerza militar en Europa, pero también establece una nueva situación para Rusia, pues busca acercarse a las nuevas naciones surgidas del rompimiento de la antigua Unión Soviética, para justamente buscar neutralizar a Rusia, su antiguo enemigo, su peor dolor de cabeza y, aún más su única piedra en el zapato para el control unipolar del mundo.

Sin embargo, los tiempos cambiaron y apareció China como un gigante dormido que cambió la situación geopolítica, pero principalmente en términos económicos, al situarse poco a poco, en uno de los países mayormente poderosos en materia económica. Esta nueva presencia de poder, mal calculada por los americanos, ha provocado una tensión innecesaria con el gigante de oriente, cuando en realidad su avance y desarrollo indiscutible lo ha marcado por el poder industrial, tecnológico, comercio internacional, producción en masa, capacidad de infraestructura aeroportuaria y competencia directa en bienes como los celulares, las computadoras y otros productos derivados de la tecnología.
Durante el régimen de Obama, la tensión con China se redujo, aunque no apreciablemente, pero con Trump la situación se desmejoró notablemente, provocando un mayo antagonismo y Trump buscó por distintos medios reducir y hasta acabar el poder económico de China, sin conseguirlo, pues este gobernante, nunca pudo darse cuenta que el espectro mundial había cambiado notablemente y que en lugar de provocar mayores tensiones, era necesario relajar la situación e incluso llegar a acuerdos comerciales.

China, no es una potencia militar, aunque con esta afirmación no implico que no cuente con fuerzas importantes, pero si se usa la cantidad de bases militares que cuenta Estados Unidos, con respecto las de China, la situación es totalmente asimétrica. Igual, en el mapa mundial hoy, China cuenta con cuatro o cinco puertos de los más importantes a nivel mundial, sólo para citar algunos datos propios de su avance.

Sin embargo, Biden, creo que se precipitó en marcar su relación con China y contrariamente a Obama, mantuvo una línea dura y antagónica con China y con ello el enfriamiento y distanciamiento de estas potencias. A pesar que China se sentó con Putin, en ningún momento tomó partido en esta dolorosa e inhuma invasión a Ucrania.

Putin siempre quiso que sus países fronterizos e igualmente que se separaron de la Unión Soviética, no fueran parte de la Unión Europea –una imposible imposición, pues era lógico que se abrieran a Europa-, como tampoco quería que se adhirieran a la OTAN, por ello su enorme molestia con la OTAN y estimo que la OTAN se equivocó al provocar y abrir viejas heridas que pudieron abordarse por la negociación diplomática.

Hoy, la necedad de Putin, le sale caro a su país, como a sus aliados, y también nos provoca serios problemas al resto del mundo, pero principalmente a Europa, pues el ingreso de Finlandia y Suecia no es un caso simple, es altamente significativo por ser países que se caracterizaron siempre por su neutralidad. Esta situación abre un nuevo capítulo en las relaciones internacionales que resulta difícil de predecir. ¿Una guerra prolongada, una conflagración extendida o una nueva guerra fría?, en todos los casos, perdemos todos.
*El sábado 25 se llevó a cabo un homenaje a Carlos Vallejo en el Liceo Javier, Un acto merecido para reconocer el trabajo que Carlos ha hecho con diferentes generaciones de jugadores del básquet bol, pero también extendido a los diferentes institutos y colegios que ha dirigido. A Carlos lo conocí en Instituto Central pues fue el heredero de Don Chepe Castañeda como entrenador del INCV. Carlos también fue un gran jugador y llegó a ser seleccionado nacional. Pero lo mejor es que todavía juega con su legendario Estudiantes, mientras yo jugaba con el Cachorros. Albricias, Carlos, Felicitaciones mi querido Vallejo. Un abrazo, un homenaje sumamente merecido.

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