“Al gobernar aprendí a pasar de la ética de los principios a la ética de las responsabilidades”. Felipe González
Uno de los motivos de las crisis gubernamentales, estriba en la falta de información del porqué de las decisiones oficiales, la población se siente ninguneada cuando se entera por medio de las noticias (muchas veces por medio del nada profesional TikTok) de la entrada en vigor de una obligación de cumplimiento inmediato, sin mayor explicación alguna.
Sin entrar al fondo del asunto, porque se trata de temas que requieren muchas cuartillas de análisis, para la población es inconcebible que no se le explique el sentido de decisiones sobre aspectos que influirán directamente en la vida cotidiana, o lo que no es menos importante, las relaciones internacionales.
Una de las consecuencias de la falta de información y explicación de la toma de decisiones, es que surgen inmediatamente opiniones fundamentadas o no que ocupan el espacio que no ha utilizado el gobierno, para explicar de las formas más coloquiales las medidas estatales, surge de forma inmediata una catarata de opiniones que se trasladan ya no de boca en boca como era antaño, ahora es de celular en celular, ocasionando un desgaste cada vez más grande para un gobierno que surge debilitado porque el poder real tiene la percepción que pueden disminuir sus privilegios históricos.
El gobierno actual se ha hecho flaco favor al tomar decisiones que afectarán a la población en general, que han contenido dos males esenciales: a) Son de efecto inmediato y b) No se conocían, hasta el mismo día en que entran en vigencia, por lo que como todas estas medidas necesitan ser previamente informadas porque aunque con nuestras propias deficiencias estructurales, no somos una dictadura, y pretendemos no serlo, por lo que no aceptamos que se nos impongan de forma unilateral sin fundamentación ni justificación algunas, obligaciones que hasta ayer no eran exigibles, ejemplo de ello es el seguro obligatorio para los vehículos en general, cuyo objetivo final es garantizar que la sociedad cuente con una protección hacia su persona, sin embargo al ser impuesto sin una campaña de concientización previa, así como crear las condiciones para que las aseguradoras se encontraran preparadas, se apreció por parte de la población un exceso de improvisación, al tomar una medida que aunque se encontrara previamente normada y justificada, no había sido exigida anteriormente por lo que, se apreció que era una imposición gubernamental arbitraria.
Cada decisión mal tomada, o mal informada crea un desgaste para el gobierno, que es utilizada por los medios de desinformación para producir confusión, o en el mayor de los casos sumar vistas en las respectivas redes sociales.
El jefe del ejecutivo debe entender que, aunque llegó al gobierno con un gran respaldo popular, eso no implicó un respaldo institucional, lo que no significó ni significa que la población en general aceptaría cualquier decisión sin que mediara una campaña explicativa, más aun tomando en cuenta que la sociedad ha cambiado con relación al conocimiento de sus derechos en la última década más que nunca, adicional a que hoy contamos con más medios que trasladan con más facilidad el desconocimiento que antes, que se quedaba en pequeños grupos, creando con ello más vacíos y lagunas, porque tanto la información como la desinformación fluyen hoy más que nunca.
Como seres humanos que somos, nos encontramos propensos por naturaleza a cometer errores, mismos que son magnificados mientras a más personas impacten, y las de los órganos del Estado, principalmente el Legislativo y Ejecutivo, son de aplicación general, por lo que cada traspié de un funcionario será atribuible al superior, quien cada vez será más cuestionado, por sus decisiones o la falta de ellas.
El actual gobierno debe tomarse muy en cuenta que las decisiones deben ser informadas y explicadas a la población antes de surtir efecto, no cuando están vigentes o cuando como consecuencia de la desinformación dejen de estarlo.
No somos una dictadura, y nos resistimos a serlo o parecerlo.
licgla@yahoo.es