Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“Libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír.” George Orwell

Confieso que desde que inició el diario elPeriodico lo he leído, y que el domingo ha sido lectura obligada voluntariamente, también confieso que muchas veces me ha parecido que en elPeladero se han extralimitado, en la forma y el modo en que han publicado las informaciones que no son noticias, y que ha faltado la rigurosidad en el tratamiento de las investigaciones, que algunas veces nos han dejado un mal sabor en la boca.

Así la cosa, el domingo 24 del presente, no leí la famosa sección del periódico, no sé a cuántos lectores le sucedió lo mismo, como también es cierto, que a raíz de la detención de José Rubén Zamora lo leí, como considero que le sucedió a muchas personas, porque no toda Guatemala lo lee, lo que significa que surtió un efecto contrario al esperado, la noticia se internacionalizó, no como el inicio de una investigación penal, se ha conocido como una clara violación al derecho inalienable de libertad de emisión del pensamiento.

Aunque no siempre he estado de acuerdo con el tratamiento de la información del diario, repito, uno de los derechos fundamentales es precisamente la libertad de emisión del pensamiento, el que como cualquier ciudadano demócrata defenderé, en contra de cualquier arbitrariedad, porque este derecho es sagrado, tanto como el de la vida, que no ha sido respetado en este país, lo que no significa que no exijamos el respeto de ambos, como el de otros.

Los funcionarios públicos, desde el momento que ejercen la función gubernamental, deben estar conscientes de que estarán sujetos a la fiscalización, critica, la denuncia y el cuestionamiento de la sociedad por sus hechos u omisiones, y que todo se sabe y todo se dice, que serán algunos los que sean la voz de los demás, pero que no son los únicos que manejen la información, pero además que la mentira tiene las patas muy cortas, que si mienten, la verdad de sus acciones como de sus omisiones, siempre se sabrá, más temprano que tarde.

Veamos, hay personas que toman la crítica desde el aviso, y otros desde la confrontación, que sus reacciones son diversas, pero lo importante es entender que la crítica pública o privada siempre existirá, si la tomamos desde el aviso se deberían revisar los actos que la provocaron y modificarlos, si se toma desde la confrontación, quienes lo hacen se abren más frentes, más aún si se considera que el crítico es un enemigo, se puede caer en la victimización, que es lo que está sucediendo, en este momento Zamora es una víctima del sistema, y mientras más le “castiguen” más victima será.

En ese orden de ideas, José Rubén Zamora como otros periodistas y comunicadores, han sido solamente los portavoces de los que no tienen voz, sin que ello no signifique que no se equivoquen en algunas ocasiones, pero en general solamente transmiten el sentir de la población, y la realidad del diario vivir de las esferas públicas que se convierten poco a poco en verdaderas cloacas en las que subsiste cualquier tipo de suciedad.

Estando, así las cosas, es un error matar al mensajero, como aparentemente pretende hacer el aparato gubernamental, lo que se deduce por el gran despliegue que utilizó el MP para detener a un periodista y empresario que definitivamente no es un delincuente peligroso, vemos que hay una diferencia entre un verdadero delincuente y un enemigo político, que en todo caso sería Zamora.

El peor error de un político es equivocarse de problema, al verlo afuera cuando realmente se encuentra adentro, encarcelar a Chepe Zamora aduciendo cualquier delito, así como embargar las cuentas de elperiódico que es una persona jurídica distinta para todos los efectos del periodista, confundiendo la sociedad mercantil con el socio, y la empresa mercantil con el representante de la sociedad, no va a evitar que el mensaje continúe, podrán callar un tiempo a elPeriódico, pero surgirán más medios con la misma tónica, y más temprano que tarde elPeriódico resurgirá, porque mientras las condiciones en el país continúen sin cambiar, la necesidad sentida de la denuncia estará presente.

Cuando el autoritarismo se establece en una sociedad, crece la sed de libertad que el mismo limita, craso error de los gobiernos autoritarios el apretar mucho el cuello de la población, porque a lo único que conduce es a que se unan las voces discordantes y se sumen poco a poco a otras más, hasta que nadie las pueda detener.
El poner puertas al campo, lo único que hace es que el campo crezca más.

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