Grecia Aguilera

Periodista, escritora, filósofa y musicóloga. Excelsa poeta laureada. Orden Ixmukané, Orden de la Estrella de Italia, Homenaje del Programa Cívico Permanente de Banco Industrial, Embajadora y Mensajera de la Paz.

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GRECIA AGUILERA

El 9 de noviembre de 1989 el Muro de Berlín fue derribado, en una lucha triunfante por la unidad y la libertad de los ciudadanos alemanes. Para celebrar el 34 aniversario de la Caída del Muro de Berlín, la Embajada de la República de Alemania en Guatemala, presentó del 9 al 12 de noviembre de 2023 la exposición: “El camino a la unidad y a la libertad” en un “esfuerzo por conmemorar un hito histórico que cambió el curso de la historia de Alemania y el mundo, y que presentó la historia y el legado del Muro de Berlín”.

La exposición se lució en la Plaza Berlín de la Ciudad de Guatemala, ubicada al final de la Avenida de las Américas. Este hermoso lugar fue construido por la Municipalidad de Guatemala en colaboración con la Embajada de Alemania y fue inaugurado en 1965, tiene un magnífico mirador con vista hacia el sur y los volcanes de Agua, Fuego y Pacaya; también se puede observar el lago de Amatitlán. El mural que figura al fondo de la fuente se titula “Berlín Dividido”, y al lado se encuentra el monumento “Berlín por la Libertad”, con una inscripción histórica que acota: “Secciones originales del muro que dividió Alemania”.

Además, los visitantes de la plaza son recibidos por el famoso Oso Buddy, modelo que fue pintado por el artista Dany Del Valle y se titula “Mutualismo”, en la descripción de la placa se lee: “Este Oso Buddy es un símbolo de la amistad guatemalteco-alemana y forma parte de un proyecto mundial. Los colores de las dos banderas fluyen a través del símbolo del oso, reflejando la conexión floreciente entre Guatemala y Alemania. Las flores y los patrones tribales caracterizan las similitudes de la riqueza de los paisajes naturales de ambos países. Las líneas rítmicas representan los estrechos lazos en las relaciones y la amistad”. Los llamativos colores de este úrsido combinan perfectamente con el panorama.

Una de las fotografías más significativas de la exposición muestra en su lado izquierdo, en blanco y negro, a la famosa Puerta de Brandeburgo de fondo, y al frente un soldado detrás de un amasijo de alambre espigado. Ahora en su lado derecho la foto a todo color, presenta al frente a un grupo de deportistas que participan libremente en una maratón, siempre con la Puerta de Brandeburgo al fondo; esta “antigua puerta de entrada a Berlín, es el principal icono de la capital alemana, y símbolo del triunfo de la paz sobre las armas”.

“El 9 de noviembre de 1989, el mundo presenció un acontecimiento sin precedentes cuando el Muro de Berlín, que había dividido a la ciudad durante casi 30 años, fue derribado. Este evento simbolizó la reunificación de Alemania, el fin de la Guerra Fría y marcó el inicio de una nueva era de esperanza, unidad y libertad. La caída del Muro de Berlín se convirtió en un símbolo de la caída de las divisiones y la superación de los obstáculos en busca de un mundo más unido y libre.

La exposición: ‘Camino a la Unidad y a la Libertad’, es un homenaje a ese momento histórico que cambió la vida de millones de personas, explorando los motivos de la construcción del Muro, conocer el impacto que tuvo en las vidas de los alemanes que vivieron la división, así como las circunstancias que llevaron a su caída”.

La infame construcción del muro con cercas y alambre de púas, comenzó un aciago 13 de agosto de 1961. No obstante, el jueves 9 de noviembre de 1989 quedó demolido para siempre, uniéndose la República Federal de Alemania y la entonces República Democrática Alemana. Cuando este acontecimiento histórico sucedió eran las diecinueve horas con cuatro minutos, en ese momento los cruces fueron liberados y Alemania al unísono gritaba y saltaba de alegría, pues el Muro de Berlín caía delante de la Puerta de Brandeburgo para unirse el Este y el Oeste.

En las noticias televisadas se veían multitudes de personas que llorando, riendo y abrazándose, aún sin conocerse, prorrumpían: “Nosotros somos el pueblo”, y según se sabe fue una familia que viajaba en un pequeño Trabi, la primera que atravesó ese día el límite, al no percatarse que su pequeña hija había descendido del automotor dirigiéndose hacia la frontera. La madre asustada gritaba: “Señor agente detenga a la niña de suéter rojo, es mi hija…” Y el policía le contestó: “Lo siento tengo órdenes de permitir el paso a todos, avance y recoja usted misma a su hija”. Emocionado, con lágrimas y sonrisas el oficial de turno afirmaba: “No puedo creer que haya sido una niña la primera en atravesar la frontera, es como un mensaje divino, un mensaje de la Providencia, talvez para que no olvidemos nunca a los muertos y atormentados que sufrieron por la guerra y esta fatídica muralla”. Alemania y el mundo: ¡Felices 34 años sin el Muro de Berlín!

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