GRECIA AGUILERA
La Universidad del Valle de Guatemala, por medio de su Editorial Universitaria, editó en el año 2021 el libro: “Esperanza desde el cielo: La historia del primer satélite guatemalteco”, cuyos autores son los profesionales: Dan Álvarez, Víctor Ayerdi, José Bagur, Marvin Martínez, Emilio Miranda y Luis Zea.
Este extraordinario volumen relata de manera exacta, según se lee en la contraportada: “Las anécdotas y experiencias, logros y fracasos, retos y aprendizajes, que vivieron las personas que trabajaron en este proyecto, desde su concepción en aquel lejano 2014, hasta la operación exitosa del satélite desde sus hogares, debido a la pandemia, en el año 2020”.
Por otra parte es: “Una historia inspiradora en la cual el trabajo en equipo, la perseverancia, la dedicación y el esfuerzo, se combinan para alcanzar una meta, dejando una lección histórica y un mensaje de esperanza para las nuevas generaciones que anhelan un futuro prometedor”.
Al finalizar se continúa leyendo que: “El CubeSat Quetzal-1 fue diseñado y construido en la Universidad del Valle de Guatemala del 2014 al 2019, ganador a nivel mundial del programa KiboCube de UNOOSA Y JAXA en 2017, y nominado al premio: Misión del Año de Pequeños Satélites del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica en 2020”.
La imagen de la portada del libro titulada “Cohete” de Iván Castro y diseñada por Alejandra Díaz; pienso es una alegoría del despegue de un cohete, es muy sugerente, se observa un iluminado ascenso desde un denso cielo intensamente oscuro, con sus destellos blanco y amarillo, que iluminan como si fuesen mágicas leds. En la parte inferior se mira un hermoso celaje fusionado con amalgamas de rojos y naranjas, entre lilas ambarinos.
Con ilustraciones y fotografías full color el volumen se va leyendo y comprendiendo de forma continua, diáfana y muy amena, es un relato que se asimila y a la vez nos enseña sobre este maravilloso proyecto hecho realidad.
La Ingeniera Mecatrónica Cecilia Marsicovetere, al inicio del prólogo expresa: “Guatemala puso su primer satélite en órbita en el 2020. A veces es difícil de creerlo. Es complicado imaginar el esfuerzo que esto conllevó y cuesta dimensionar el impacto que llegará a tener. Es difícil, incluso para mí, que tuve el gran honor de ser parte de esta historia”.
Y al finalizar manifiesta: “Este libro resume la realidad que un grupo de soñadores hicieron posible, con la expectativa que pueda encender la llama en todas las personas que conozcan esta historia, y que, al ver hacia el cielo, recuerden al Quetzal-1 como un símbolo de que lo imposible se puede lograr, de forma que, aunque ya no continúe funcionando en el espacio, permanezca por siempre brindándonos esperanza desde el cielo”.
Este preciado volumen está conformado de 18 capítulos: Pléyades UVG, Del CanSat al CubeSat, Los primeros voluntarios, La semana mundial del espacio 2016, El programa KiboCUBE, El sueño se vuelve realidad, Nuevos retos, Guate va al Espacio, Las mujeres del CubeSat, El primer viaje del Quetzal-1, Empezando la última fase, Desde el Mirador de Mixco, Un día en la vida del satélite, Las pruebas en Edimburgo, Un Quetzal en Japón… 3 2 1 ¡Despegue!, El Quetzal-1 remonta su vuelo, y 211 días en el Espacio.
Es todo un reto completar la lectura de este libro que no es una novela de ciencia ficción, es toda una historia verdadera. Llama mi atención en la página 228, la hermosa fotografía de Iván Castro del despegue del “cohete que transporta la cápsula Dragón con el Quetzal-1”, imagino fue esta foto la inspiración para la portada de este gran libro.
De igual manera, reflexionamos filosóficamente con la última estrofa del capítulo 16 que dice: “El 6 de marzo de 2020 le entregamos un satélite al espacio, un tributo al esfuerzo insuperable de personas que no se detuvieron. Suponemos, entonces, que la clave del éxito está en eso: en dar un paso más, un día a la vez, de la mano de otras personas. Y los pasos pueden ser muy cortos, porque, aunque parezca poco intuitivo, se avanza aun cuando se cree estar estancado”.
Es importante hacer notar que: “Las fases del proyecto estuvieron conformadas por distintos y determinados grupos de no personas, si no que robots”.
Mis más sinceras felicitaciones a todo el equipo que formó parte de este proyecto científico de gran magnitud, que puso muy en alto el nombre de Guatemala, y que estuvo conformado por: “Docentes, asesores y estudiantes de la facultad de Ingeniería de UVG y con el respaldo de distintas instituciones”.
Más información sobre el libro y el satélite Quetzal-1, se puede encontrar en la página web de la Universidad del Valle de Guatemala.