Factor Méndez Doninelli
“Las elecciones de este año son una prueba crucial para la frágil democracia guatemalteca y se realizarán en un contexto de deterioro del Estado de derecho, en el cual las instituciones que están a cargo de monitorear las elecciones, tienen poca independencia o credibilidad. Las organizaciones ofrecerán un balance de su visita, y analizarán las condiciones que deben darse para que existan elecciones justas y libres de conformidad con estándares internacionales de derechos humanos.”
(Invitación a conferencia de prensa de organizaciones internacionales que visitan Guatemala. 21/04/2023)
Delegados de WOLA, Human Rights Watch (HRW) y el Centro de Derechos Humanos Robert F. Kennedy visitan Guatemala. Una delegación internacional integrada por abogados y defensores de derechos humanos (DD.HH.) de la Oficina en Washington sobre América Latina (WOLA por sus siglas en inglés), del Observatorio de Derechos Humanos (HRW) y del Centro de Derechos Humanos Robert F. Kennedy, (RFKHR) organizaciones estadounidenses independientes, finalizó esta semana su visita a Guatemala luego de observar, escuchar, informarse, analizar y hacer sus propias conclusiones acerca del actual proceso electoral e incidencia en la situación política, social, económica de este país centroamericano.
La citada delegación llegó el lunes 17 de los corrientes y durante la semana se reunieron con organizaciones de sociedad civil, defensores de DDHH, de mujeres, políticos y funcionarios públicos, su labor de observación terminó el viernes 21 con una conferencia de prensa en la que Carolina Jiménez, presidente de WOLA, Juan Papier, subdirector en funciones para las Américas de HRW e Isabel Carlota Roby, abogada para América Latina de RFKHR, presentaron las conclusiones y recomendaciones de su visita al país. La moderación de la mesa estuvo a cargo de Ana María Méndez Dardón, directora para Centroamérica en WOLA.
“Venimos aquí, preocupados por el debilitamiento de las instituciones democráticas y las violaciones a derechos humanos de la población guatemalteca. En estos momentos inquieta que, en América Latina, Guatemala es el país más complicado por el deterioro del Estado de derecho, la cooptación de las instituciones públicas, la aprobación de leyes regresivas y aplicación de políticas represivas”, manifestó la presidente de WOLA.
La visita de la delegación, coincidió esta semana con la publicación del informe 2022 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre la situación de estos derechos en Guatemala. Por cierto, dicho informe es desalentador para el país y deja ver que no existe progreso en el respeto a los derechos y libertades fundamentales de las personas.
Dicho informe, hace énfasis en el deterioro de la democracia, la pérdida de independencia judicial, la persecución y criminalización de operadores y administradores de justicia, los ataques a periodistas, a la libertad de expresión, a defensores de DDHH y del territorio.
Mientras la situación guatemalteca atrae una vez más la atención internacional, el país retrocede en el Índice de Desarrollo Sostenible (IDS) que en 2022 consiguió 46.1 puntos sobre 100.
El deterioro democrático manifiesto que se observa, es resultado de Gobiernos y políticos neoliberales, fundamentalistas, ultraconservadores, siervos de las élites, promotores de impunidad, confabulados con el crimen organizado nacional y transnacional, además, alineados con los Estados Unidos (EE. UU.), Taiwán e Israel.
A los Gobernantes guatemaltecos no les interesa cumplir con el fin supremo del Estado que es la realización del bien común, tampoco con el deber de garantizar a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona. Solo les importa, mediante actos de corrupción obtener beneficios personales para satisfacer sus intereses individuales y de grupo.