Factor Méndez Doninelli.
Guatemala, 14/10/2022.
La Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala es una fuerza armada, “…encargada de proteger la vida, la integridad física, la seguridad de las personas y sus bienes, el libre ejercicio de los derechos y libertades, así como prevenir, investigar y combatir el delito preservando el orden y la seguridad pública” (Artículo 9. Ley de la Policía Nacional Civil. Decreto 11-97 del Congreso de la República.
Las tres funciones de la PNC son, la prevención y detección del delito, el mantenimiento o restablecimiento del orden público y la prestación de asistencia a la población.
Se sabe que en la Academia de la PNC los estudiantes que aspiran a integrar esa fuerza policial, reciben un curso básico sobre Derechos Humanos (DD.HH.) y tienen un manual de estos derechos. Sin embargo, todo parece indicar que algunos elementos de la PNC, no pasaron ese curso que se supone es obligatorio.
Sostengo lo dicho, porque en los últimos días y en las redes sociales, circulan videos en los que se observa actos y conductas ilegales y abusivas de elementos uniformados, dirigidas en contra de ciudadanos trabajadores.
Uno de los videos aludidos, grabado en ciudad de Guatemala, muestra in fraganti la golpiza que un grupo de PNC les descargó a dos vendedores de piña. Se ve cuando policías patean a una de las víctimas acostado sobre el asfalto, mientras que, los demás uniformados golpean al otro trabajador, a quien tenían esposado con las manos atrás. En este caso, hay como mínimo dos delitos de DD.HH. y conductas inaceptables e ilegales de esos PNC, el primero, detención arbitraria e ilegal y el segundo, tratos crueles. Pero también hay otros, como abuso de autoridad y de fuerza.
En otro video grabado por cámaras de seguridad de un comercio en la ciudad de Quetzaltenango, se ve cuando un grupo de policías uniformados, descienden de un auto patrulla e ingresan a la fuerza a un local comercial, para detener a uno de los comerciantes a quien agreden e intentan sacar a la fuerza. Este es un caso de abuso de autoridad, allanamiento ilegal y uso de violencia.
En distintos momentos, diferentes ciudades y circunstancias, los ciudadanos vemos con frecuencia acciones y conductas ilegales e inaceptables, cometidas por elementos de la PNC.
En el ejemplo de los vendedores de piña y debido a que las imágenes se viralizaron junto con la consiguiente indignación ciudadana, el presidente Alejandro Giammattei instruyó al Ministro de Gobernación, para destituir al grupo de PNC responsable de agredir a los dos ciudadanos y que fueran entregados a los tribunales, lo cual se cumplió. Ahora los ex PNC están acusados, ligados a proceso y privados de libertad.
Sobre el allanamiento ilegal, el abuso de autoridad y la pretendida detención arbitraria e ilegal de un comerciante en Quetzaltenango, no se supo más de lo que circuló en las redes.
Los dos hechos recientes que mencioné, no son los únicos ni los últimos, con seguridad esas conductas volverán a repetirse, sobre todo porque la formación en DD.HH. que reciben los aspirantes a policía, es débil, inconsistente y transitoria.
En la PNC el tema de los DD.HH. no basta con un “curso básico”, debería ser un eje transversal de todo el currículo académico, con actualización y formación especializada constante. Sólo así, se podrá humanizar el poco profesionalismo que observamos en la actuación irrespetuosa, ilegal, abusiva y violatoria de DD.HH. de los PNC.