Sin embargo, los resultados de las evaluaciones de graduandos del Ministerio de Educación (Mineduc) en 2024 muestran que solo alrededor del 13% alcanza niveles satisfactorios o excelentes en matemáticas. Esto confirma que la mayoría no domina siquiera lo fundamental: sumar, restar, multiplicar y dividir enteros; operar con fracciones, decimales, porcentajes ni regla de tres.
El Currículo Nacional Base (CNB) incluye competencias valiosas y pertinentes, como:
- Resolver problemas con números naturales, enteros, fraccionarios y decimales, incluyendo operaciones combinadas, cálculo mental, factores, múltiplos, primos, compuestos, MCD, MCM, regla de tres, porcentajes e intereses.
Pero ¿por qué sobrecargar con temas más complejos (ecuaciones, patrones aritméticos, patrones geométricos, proporciones avanzadas, plano cartesiano) si estas básicas no se logran? La investigación en aprendizaje matemático es clara: la transición al álgebra requiere primero un sólido dominio aritmético, centrado en el concepto de variable. Sin eso, modelos visuales o abstracciones prematuras generan frustración y fracaso.
Respecto a la integración intercultural, respeto profundamente las culturas mayas y su aporte matemático. Sin embargo, la inclusión actual genera distorsiones por falta de preparación docente y enfoque memorístico. Una forma más pertinente sería enseñar sistemas numéricos con bases variables, destacando la base 20 vigesimal maya (con su cero posicional y notación innovadora), como puente práctico a conceptos universales de numeración y operaciones. Esto enriquecería sin sacrificar lo esencial, evitando competencias que diluyan el tiempo en temas no dominados por los maestros.
Propuesta concreta para revisión urgente del CNB en matemáticas:
- Priorizar secuenciación pedagógica:
- Destinar al menos 70-80% del tiempo en primaria y básico inicial a aritmética práctica y aplicaciones cotidianas (operaciones, fracciones, porcentajes, cálculo mental).
- Posponer álgebra abstracta (ecuaciones, variables) hasta dominio comprobado de lo básico.
- Reducir sobrecarga: Eliminar o hacer opcionales competencias complejas prematuras; enfocarse en un listado corto de capacidades fundamentales.
- Interculturalidad útil y gradual:
- Integrar matemática maya como complemento motivador: comparar bases (10 vs. 20), operaciones paralelas Indo arábigas/mayas en problemas reales.
- Requerir capacitación docente obligatoria antes de implementarla, que tenga base científica. Hay grupos de investigación en América Latina como la Comunidad Latinoamericana de Matemática Educativa, CLAME.
- Evitar elementos no verificados o periféricos que distraigan.
- Alineación con evidencia: Revisar el currículo a la luz de investigación científica (transición aritmética-álgebra) y resultados del Mineduc, corrigiendo errores técnicos (ej. incluir enteros, en suma, no solo naturales).
Esta revisión produciría egresados con pensamiento matemático crítico para la vida real, no un currículo interminable de competencias mal logradas. Es hora de escuchar a los padres y considerar a la investigación científica sobre el aprendizaje y enseñanza de la matemática para priorizar lo que realmente importa: capacidades sólidas para un futuro práctico. Hagámoslo ahora, porque si no es ahora, no será nunca.







