Cuando el sistema de justicia ataca a diestra y siniestra a los que considera son los enemigos del Pacto de Corruptos, cuando el mismo Ministerio Público se encarga de construir casos a su sabor y antojo, con la arrogancia que da el poder temporal que ostentan, como en el triste caso de Jose Rubén Zamora, quien con la mirada tranquila, con paz, de esa paz que da la verdad, observa al pseudo fiscal Rafael Curruchiche que cínicamente llega a la audiencia para decir que no habrá audiencia porque la fiscal encargada se enfermó. ¡Válgame Dios! Actuando como si no existiera el artículo 468 y 469 del Código Penal de Guatemala, donde se describe el retardo malicioso y la denegación de la justicia, que en los ojos despreciables de Curruchiche, se convierten en letra muerta. A Jose Rubén Zamora le han quitado todo, pero no le han quitado la dignidad, la dignidad que da la verdad. Rafael Curruchiche tiene la mirada en el suelo porque no es capaz siquiera de ver a los ojos a Jose Rubén Zamora, quien con calma responde las preguntas de la prensa local.
Cuando el Ministerio Público arma el caso más estúpido, cínico, idiota, irrelevante de toda la historia democrática de Guatemala, el caso para una comedia de los 3 Huitecos, USAC: Botín Político, guion escrito seguramente por el impostor rector Walter Mazariegos, donde se dedicaron a acusar a diestra y siniestra y a interpretar videos de tal forma que porque Eduardo Velásquez saluda de puño a unos estudiantes encapuchados, entonces es conspirador o porque la actual vicepresidente Karin Herrera estaba en una de las múltiples reuniones que tuvieron los estudiantes, entonces, estaba delinquiendo o peor aún, fueron capaces de acusar al mismo Presidente actual, Bernardo Arévalo de conspiración porque utilizó, según ellos y las drogas alucinógenas que consumen, utilizó a la Universidad Nacional, a la USAC para llegar a ser presidente. ¡Que ridículos!
Cuando el Ministerio Público arma una docena de casos falsos en contra del partido político Movimiento Semilla, los arma desde que Semilla pasa a segunda vuelta, no los arma antes y los arma por cosas realmente risibles. Ahora dice Curruchiche que el pueblo de Guatemala sabe que Semilla delinquió, que se formó para delinquir y le aplican la Ley Contra la Delincuencia Organizadas. O sea, a cualquier organización que, a ellos, el corrupto Ministerio Público, se les ocurra que es criminal le pueden aplicar dicha ley, no investigan sino inventan pruebas, ponen en reserva eterna el caso, así que los supuestos implicados nunca, pero nunca, se pueden defender, pero pierden sus derechos. Si hubo algún problema con Semilla debió ser el Tribunal Supremo Electoral, TSE, el que identificara el problema y solicitara posteriormente la investigación. Pero no, no les importó que el tribunal electoral guatemalteco es supremo, se saltaron todo, todo.
Luego salieron con el TREP, un sistema de transmisión de resultados, que según Curruchiche fue sobrevalorado, pero hizo su investigación sin respaldo de la Contraloría General de Cuentas, dado a que era puramente un posible, posible, problema administrativo. Pero usando ese caso lograron quitarle la inmunidad a los magistrados del Tribunal Supremo Electoral que luego debieron salir del país porque claramente se habían opuesto a los intereses golpistas de estos antidemocráticos e ilegales que ahora dirigen el Ministerio Público. Todos los casos que armaron, los de Firmas Falsas, lo del TREP, lo de USAC, todos tenían por objetivo dar un golpe de Estado, el que no han podido ejecutar.
Cuando el sistema de justicia ataca a diestra y siniestra a la misma justicia, defendiendo a los mismos corruptos como el caso del exministro de Comunicaciones José Luis Benito, quien reconoció que de el eran las maletas llenas de dinero encontradas en un apartamento de Antigua Guatemala con 122 millones de quetzales: ¡122 millones! Y ahora el sistema de «justicia» lo absuelve con una multa ridícula. ¿Cómo y porqué liberan a un corrupto confeso? Lo hacen porque claramente el Ministerio Público está defendiendo de oficio a los corruptos. Cuando una jueza libera a Gustavo Alejos Cámbara, otro corrupto que se chupó la sangre, literalmente, del pueblo de Guatemala y lo liberan porque las evidencias no eran «suficientes». ¿Qué, qué? Así se puede hacer una enorme lista de los casos de la impunidad en donde el Ministerio Público ataca a personas honestas (Jose Rubén Zamora, Virginia Laparra, Claudia Gonzales, etc.) y defiende a personas corruptas (Martínez, Giammattei, Morales, Sinibaldi, Baldizón, Alejos, Benito, y luego un largo etcétera).
¿Cómo es posible entonces que construyamos un país democrático en donde el autoritarismo corrupto del Ministerio Público ha distorsionado toda la práctica de la justicia, cómo? ¿Qué vamos a hacer porque con este sistema de justicia es imposible construir un Estado de Derecho? ¿Cómo es posible que el sistema de justicia sea tan injusto? La tarea que tenemos es enorme. Debemos empezar con perder el miedo, denunciar, escribir, hablar y luego buscar alternativas viables para transformar radicalmente nuestra débil democracia a través de construir un verdadero sistema de justicia.