Los corruptos y su Pacto son el hazme reír de los políticos de otros países. Son tan ineptos que no han podido construir un solo caso en contra de Arévalo, porque en el fondo no hay nada ni con Semilla ni con Arévalo. El plagio de sus títulos cobra factura. Son torpes, ineptos, estúpidos y además arrogantes, abusivos y gritones. En su mundo los actores sociales son maniquís, títeres que le hacen caso a sus tontas órdenes. Así han vivido en esta Guatemala donde la CICIG, Comisión Internacional Contra la Impunidad, de la ONU, presentó en carne y hueso cómo los empresarios guatemaltecos, algunos escondidos en CACIF, han vivido de, para y con la corrupción. Antes dirigían, pero esta nueva generación de niños ricos prefirió darle el Poder a Jimmy Morales quien le cedió todo, todo, a Alejandro Giammattei, hombre de paja, que cooptó todos los poderes del Estado y se sintió el rey del mundo por lo que compartió su reinado con su princesa: Miguel Martínez.
A la narrativa falsa que construyeron quisieron adjuntarle juicios, un juicio por cada narrativa, pero no. Lo de que era uruguayo, no llegó más que a propaganda política de Sandra Torres. Lo de que era comunista tampoco llegó a juicio. Lo de las firmas falsas se quedó en denuncia del ciudadano, pero no llegó a juicio. Lo del TREP, el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares, es otra cortina de humo. Eso sí llegó a juicio, pero a la fecha sin que exista una auditoría de la Contraloría General de Cuentas, nada. Otro rumor de Fratti que tiene miedo de que se sobrevaloró el sistema. ¿Por qué? No sabemos el interés de Fratti. Pero sin auditoría de la Contraloría difícilmente puede hacer algo la Pesquisidora que se debate entre que piden el informe a la Contraloría o dependen del informe de auditoría de Fratti y Fisher, esta última que se presenta en estado robotizado a la reunión con la Pesquisidora, de tal forma que debieron hacerle la prueba de la alcoholemia o del uso de drogas psicóticas.
Ahora, tal como lo había planificado el Pacto de Corruptos, sus juicios falsos, con pruebas falsas y una narrativa lenta y obtusa llegan a dar órdenes al Congreso. Empiezan con ordenar quienes van a la Corte Suprema de Justicia. Con descaro total primero dan la lista de quienes van a la suprema. Ahora llevan a los magistrados del tribunal electoral a la Comisión Pesquisidora por lo del TREP. Los denunciantes, inventaron todo. Dicen que el precio era muy alto y que los celulares se pueden conseguir más baratos. Puras mentiras. Andan diciendo que hubo sobrevaloración. Ni siquiera tienen una auditoría de la Contraloría. Ahora, una denuncia como esta en todo caso debe ser primero avalada por la Contraloría, pero no; esto sólo fue avalado por Miguel Martínez. En fin, el único propósito de esta falsa narrativa, falsa denuncia, es que no tomen posesión ni el presidente electo Bernardo Arévalo ni Karin Herrera tal como lo dijo alto y claro el diputado Montano, presidente de la Comisión Pesquisidora. Tres diputados golpistas le dan luz verde al ante juicio para que la Suprema haga lo que sabe hacer: Ir en contra de la ley.
Como si fuese una película de terror, de repente hay una denuncia sobre el vicepresidente Guillermo Castillo, que nunca apareció durante la triste gestión de Alejandro Giammattei, nunca, ni en la Secretaría de Ciencia y Tecnología que debía dirigir. No dirigió nada de nada. Aquí este personaje ausente, siempre ausente, parece ser víctima del maquiavélico plan de Miguel Martínez, quien ya pensó que su esposo iba a dar auto golpe y por lo tanto no quería que Guillermo Castillo fuese presidente unas horas. No se sabe. Quizá tenga que ver con lograr inmunidad en el Parlacén para otro personaje. Aquí ya no se sabe nada. Es una obra de teatro mal elaborada. Lo cierto es que el ciudadano Esteves al final dijo que no. Que el sí había puesto una denuncia contra el vicepresidente pero ahora ya no, ya no la ratificaría. ¡Ay Dios con estas denuncias!
En el mismo país de los sustos, paralelamente se abre otra Comisión Pesquisidora, la que tiene que ver con el caso de la toma de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Nacional y Autónoma. Aquí el asunto parece la contienda a rey feo de la Tricentenaria. Ya no sabe uno si reír o llorar. En reunión de ministros y en el centro de gobierno Miguel Martínez, un ingeniero químico que no es ingeniero y menos químico, abogó por que se les impusieran los delitos de depredación del patrimonio cultural en forma continuada, sedición en forma continuada, asociación ilícita y usurpación agravada a Bernardo Arévalo y a Karin Herrera. Había que acusarlos de algo y nada más claro que el agua para ellos. Pero se iba a ver muy feo si los acusaban solamente a ellos dos, así que metieron en el combo a un grupo de académicos y estudiantes para taparle el ojo al macho.
El caso USAC: Botín Político es el producto de una mala resaca de un grupo de adictos a drogas psicodélicas. Estos cedieron a los encantos del destazador de cerdos de Barberena, el usurpador rector Walter Mazariegos quien escribiera un guion de esta obra teatral cuyo objetivo es quitarle la inmunidad a Bernardo Arévalo y a Karin Herrera, todo lo demás es un distractor, otra cortina de humo. Con este caso convergen todos los intereses del Pacto de Corruptos. Su plan es simplista, torpe: Evitar a toda costa de tomen posición el presidente y la vicepresidente electos.
Así empezamos diciembre con la mesa puesta para el golpe. Las alineaciones ya están dadas. El plan ya está dado. Los actores golpistas todos están listos. Los poderes están alineados todos, el Legislativo está en el ataque. El Ejecutivo está en todo. El Judicial ha hecho todo lo que le ha pedido el Pacto de Corruptos, todo. El grupo golpista tiene miedo, pero se dan valor entre ellos. No tienen ya ni pizca de vergüenza, nada. Nosotros, los que queremos vivir en democracia somos más y tendremos que fortalecer nuestra unión. Las horas están contadas. Esta es la crónica de una muerte anunciada, la del Pacto de Corruptos. Vamos a defender esta débil democracia nuestra. O es ahora o no será nunca Guatemala.