Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

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Ustedes como yo están cansados de este tema. Que va el fraude, que no va, que allanan, que secuestran evidencia, que va un amparo, que hacen un amparo del amparo, que va un recurso de competencia, que las firmas falsas, que el señor es uruguayo, que las firmas falsas otra vez, que no, que lo que pasó realmente fue el sistema de conteo rápido el TREP, ese hizo el fraude, ah no, pero ese fraude es otro tipo fraude, es administrativo, sobrevaloran la compra, que la corte de constitucionalidad da tramite a antejuicios, de repente el que estuvo ausente cuatro años, lo quieren quitar de vicepresidente, quien sabe por qué, salió de la caverna, que de la noche a la mañana cambian a toda la corte suprema de justicia, que había sido ilegal por varios años, que no, que lo que pasa es que la toma de la Universidad Nacional, USAC, fue promovida por Semilla, que ahora Porras, Curruchiche y otro juez acusan a Bernardo Arévalo y a Karin Herrera de dirigir la resistencia de la USAC y por lo tanto les quitarán el antejuicio y bla, bla, bla. 

Eso cansa. No es un juego de palabras. Son mentiras estratégicas que el Pacto de Corruptos ha usado para construir la narrativa, solamente narrativa, de que Semilla tiene problemas. Por supuesto que los problemas los inventa el Ministerio Público, siempre utiliza la misma figurita: 1) inventa un delito, 2) inventa un testigo, 3) inventa pruebas, 4) hace allanamientos intimidatorios, 5) mete a la cárcel injustamente a quien es crítico de ellos, 6) pide que se quiten antejuicios para quienes gozan de este derecho, 7) ataca a diestra y siniestra. El trabajo de un analista es quitar tanto ruido, despejar tanto humo y dejar los hechos, la evidencia y proponer la teoría que conecte evidencia con teoría. Pero eso cansa. 

En esta entrada debo reconocer primero que estoy profundamente triste por los hechos injustos acaecidos el día de hoy 16 de noviembre del 2023 porque atacan directamente a mi universidad, la Universidad de San Carlos, porque solamente es una cortina de humo para atacar al binomio presidencial, Bernardo Arévalo y Karin Herrera, todo lo demás es ruido, mentira. Déjeme darle respetuosamente mi opinión. 

La narrativa falsa del fraude electoral presidencial fue experimentada previamente en la elección de rector de la Universidad Nacional, la de San Carlos, USAC. En el año 2021 se diseñó el Plan Fraude USAC el cual se ejecutó en el 2022 y se consolida en el 2023. En la línea del tiempo se observa ahora con mayor claridad cómo el presidente Giammattei realiza otra alianza estratégica con el entonces decano de la facultad de humanidades para apoyarlo en su campaña para llegar a la rectoría de la USAC. ¿A cambio de qué? A cambio de que le de los magistrados que requiere para cooptar totalmente las altas cortes, la Corte de Constitucionalidad. Estos negociantes simplemente intercambiaron favores, me das la rectoría y yo te doy tus magistrados. Eso se llama abuso de poder departe del mandatario, realmente es asociación ilícita, fraude, sedición, eso si son delitos tipificados con claridad en el Código Penal de Guatemala.  

El pecado original fue cuando por error, creo, los constituyentes pichones de entonces, 1985, dejaron en manos de la Universidad Nacional, la USAC, las comisiones de postulación. No se a quien se le ocurrió esa ingenua idea. Lo que hicieron es que legalmente la Universidad Nacional tomó un nuevo estatus político. La USAC ya tenía una tendencia política clara en 1985 y antes.  Por décadas la USAC fue contestataria y fue espacio de libertad de expresión ante las dictaduras, eso cambia en las últimas tres décadas. A partir de la nueva Constitución, que entra en vigor en 1986, ingresa una función de la universidad para que esta participe en procesos de comisiones de postulación para candidatos de las altas cortes, magistrados, y del contralor general. ¡Qué error! ¿Dónde vieron en el mundo una locura así estos constituyentes? 

Hay que recordar que la Universidad Nacional es una institución académica, con personería jurídica, con patrimonio propio, con autonomía y con su propia normativa. Tiene tres funciones: docencia, investigación y extensión y según la Constitución es la rectora de la educación pública superior. Cuando la meten al juego de las comisiones de postulación cambia profundamente el valor político partidario de la universidad nacional. ¿Cómo es que concentran tanto poder político en una institución académica? Desde entonces el puesto de rector, poco a poco, fue codiciado por politiqueros que sabían el valor de cambio de presidir comisiones para seleccionar miembros de las altas cortes y del contralor de cuentas. Empieza entonces la creación de nuevas universidades privadas que tenían carreras de derecho y de auditoría, por supuesto. ¿Por qué? Porque estas participan en las comisiones de postulación de las altas cortes y del contralor. Algunas de esas universidades ni alumnos tenían en derecho. 

La crisis producida por esta nueva función universitaria que no es docencia, no es extensión y mucho menos investigación científica fue enorme. Empezaron los rectores de turno a cambiar votos por cuotas de poder, intercambiar favores por dinero, empezó el tráfico de influencias descarado. Las últimas tres rectorías de la USAC, la de Estuardo Gálvez, Murphy Paiz y Walter Mazariegos han sido las peores. Las universidades privadas también participaron en el combo si acaso tenían o inventaban facultades de derecho y de auditoría. 

La grotesca imposición de Walter Mazariegos fue el resultado de la cooptación interna del Consejo Superior Universitario y de la realización de una elección amañada donde no dejaron entrar a quienes no iban a votar por Walter Mazariegos. Fue una ridiculez. Había otros candidatos, pero el más cercano, quien realmente debía ganar era Jordán Rodas, del movimiento universitario SOS. No ganó porque literalmente no dejaron entrar a sus electores. En la USAC se vota a través de un sistema de electores similar a la elección de presidente de los Estados Unidos. La elección fue en el Parque de la Industria y ese espacio literalmente se militarizó. Claramente el gobierno de turno, Giammattei, dio las armas, los hombres armados con pasa montañas, los policías y los militares. Luego vinieron los recursos legales de SOS, ninguno prosperó a lo interno y menos a lo externo, las cortes y juzgados estaban totalmente cooptados. El apoyo estatal fue para Walter Mazariegos para su descarado fraude electoral universitario. 

Ahora, 2022, la resistencia estudiantil emerge y se toma el campus central de la USAC. Pero ese fue un movimiento genuinamente estudiantil, no docente. Por supuesto que hubo manifestaciones de apoyo a los estudiantes en digna resistencia. Pero de eso a decir que se estableció una alianza perversa para que Semilla fuese la base material de la toma de las instalaciones de la USAC es simplemente una locura. Decir que los profesores y estudiantes capturados el día de hoy 16 de noviembre del 2023 cometieron esos delitos inventados de sedición, asociación ilícita, daños al patrimonio y esas patrañas, sólo son inventos de un grupo de desesperados que ya no saben qué hacer con su golpe de estado.  La narrativa falsa, mal hecha, por cierto, que han generado, es tan falsa que no tienen coherencia en nada. Inventan delitos por inventar y meten a fiscales a declarar, testigos falsos que no ven nada, estupidez, tras estupidez. 

Las órdenes de arresto, el proceso por medio del cual se justifica la supuesta evidencia de un fiscal que no sabe ni donde quedan las instalaciones de la Universidad llegan al máximo cuando sin movérsele un músculo de la cara dice que el presidente electo Bernardo Arévalo es quien dirige este movimiento estudiantil. Arévalo si mucho sacó un twitt en apoyo a los universitarios. Peor aún, acusan a la vicepresidenta electa, Karin Herrera, porque aparece en un video en el minuto 10, segundo 18, donde se ve que está en la entrega de una de las instalaciones. ¡Qué decir con esta investigación que no tiene nada de nada, nada! 

Sólo se puede concluir que la psicosis atrapó al pacto de corruptos, que a Miguelito le entró la paranoia que lo capturarán pronto, que Porras y Curruchiche no saben inventar casos falsos y que su narrativa se vuelve aun más incoherente. Este ataque desesperado del Pacto de Corruptos hay que leerlo como parte de su golpe de estado en cámara lenta, el cual aceleran en las últimas semanas en que les queda algo de poder. Pero a pesar de sus incoherencias, estos estúpidos pueden iniciar una guerra nuclear. No les importa morir. De hecho, de todos los acusados el día 16 de noviembre, solamente les interesan dos: Bernardo Arévalo y Karin Herrera, solamente, lo demás es humo, ruido. 

Por eso, ahora, estudiantes, trabajadores, administrativos, docentes, egresados de la USAC, hermanos de otras universidades, pueblo, debemos defender la democracia frágil que tenemos y manifestarnos, trabajar con los 48 Cantones, con los pueblos, con los barrios, con las colonias, con las aldeas, con las ciudades para poder defendernos de este golpe de estado en cámara lenta que ahora aumenta su velocidad porque les urge no caer al bote. Defendamos nuestra democracia. O es ahora o no será nunca Guatemala. 

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