Fernando Cajas

Fernando Cajas, profesor de ingeniería del Centro Universitario de Occidente, tiene una ingeniería de la USAC, una maestría en Matemática e la Universidad de Panamá y un Doctorado en Didáctica de la Ciencia de LA Universidad Estatal de Michigan.

post author

Cuando estos golpistas ordenan abrir las cajas y revisar nuestros votos para ver si hubo o no fraude electoral y cuando los funcionarios del Ministerio Público van y lo hacen, apoyados por grupos armados paramilitares, se saltan todo, se saltan la Constitución, arremeten contra nuestra dignidad, violan la autonomía del Tribunal Supremo Electoral (TSE), desconocen el trabajo ciudadano de las juntas electorales y eso jurídicamente lo saben ellos, conocen la ley, conocen la norma porque la norma es clara, solamente el TSE tiene potestad para revisar material electoral. Este fraude de ley es jurídicamente una distorsión mental de los golpistas que si bien cognitivamente entenderán la ley su estado psicótico sólo les permite seguir los lineamientos obsesivos compulsivos del Pacto de Corrutos que en el fondo cree que ésta es su finca, que somos sus esclavos y que pueden hacer lo que les da la gana.

Cuando Consuelo Porras ordena a Rafael Curruchiche ejecutar los allanamientos en el Parque de la Industria porque Méndez Ruiz así lo desea, casi se les olvida que requieren de la autorización de un juez. Entonces, van con el mismo juez Orellana como el que va a la tienda de la esquina a comprar una golosina y le piden la «autorización», sólo para guardar las formas. Con lujo de fuerza y acompañados de sicarios, asesinos de la democracia, estos funcionarios del MP cometen delitos a diestra y siniestra, violan de todo y a quien se les pone enfrente, hacen micos y pericos con la Constitución y la convierten en un libro sin valor. Pero en el fondo lo que hacen es imponer un sistema de gobierno que no está en la Constitución, el de ellos, un sistema autoritario, un sistema antidemocrático, un sistema irrespetuoso de los derechos básicos de los guatemaltecos. Eso hacen.

¿Qué podemos hacer?
De nuevo, estos funcionarios públicos golpistas se creen superiores a la ley, pero no lo son. La Constitución dice en el artículo 45 que nosotros, si, nosotros los ciudadanos podemos enjuiciar a estos infractores de nuestros derechos, a estos usurpadores mediante la simple denuncia, esto es podemos todos hacer una acción contra los golpistas porque nosotros tenemos derecho a la legítima resistencia. Así que sin temor vayamos y pongamos nuestra denuncia. Nosotros somos los que tenemos que hacer viva nuestra Constitución que dice que Guatemala es un Estado republicano, democrático y representativo y no como lo asume el Pacto de Corruptos que quieren hacer de Guatemala una finca autoritaria y antidemocrática.

Ahora bien, la Constitución sólo será un papel, letra muerta si los ciudadanos no la hacemos vida, si las personas no la incrustamos en la práctica social llamada ciudadanía. Nadie va a darnos la libertad como un regalo. La libertad es el resultado del trabajo y de la lucha. Por el contrario, si optamos por el silencio, si optamos por el miedo entonces estaremos optando por vivir en esclavitud y seremos servidores perpetuos del Pacto de Corruptos, heredaremos a nuestros hijos esa triste capacidad de callar, de no decir nada cuando violan nuestros derechos porque aprenderemos a vivir sin derechos. No sé qué va a pasar con las universidades y sus silenciosos profesores, investigadores y académicos del silencio. Estos colegas silenciosos tendrán que aceptar que alguien les diga qué enseñar, qué investigar para que consoliden una vida académica que no tiene nada de vida.

A estas alturas del partido ya los golpistas del Pacto de Corruptos cambiaron todas las normas del juego de fútbol: se vale meter gol con la mano, se puede patear a un adversario, pueden jugar más de once por equipo, si el equipo del Pacto de Corrutos va perdiendo entonces se puede revisar la inscripción de jugadores, si el equipo de Pacto de Corruptos perdió el juego se puede impugnar de todo con tal que ganen los corruptos. A los espectadores sólo nos dejan una ruta, la resistencia, no aceptar sus acciones golpistas, antidemocráticas y autoritarias. Para eso tenemos que tomar conciencia de que aquí está en juego más que un partido de fútbol, está en juego nuestra libertad, nuestro futuro, se juega el hecho de que nuestros hijos e hijas sean esclavos o persona libres en un país libre, donde se respetan las leyes. Eso se juega.

El artículo 46 de nuestra Constitución indica, insta, permite, dice que es legítima la resistencia del pueblo para la protección y defensa de nuestros derechos y garantías consignadas en la misma Constitución. Es momento de actuar, es momento de caminar, es momento de resistirnos, de denunciar a estos manipuladores compulsivos que han creado una narrativa falsa que sólo ellos creen. En las urnas hemos elegido el camino democrático. En las calles lo debemos defender. Ni el miedo ni la manipulación de estos golpistas harán que aceptemos sus mentiras. Ellos no son superiores a la Ley. Nosotros, los y las guatemaltecas, debemos darle vida a la Constitución para que entonemos y actuemos coherentemente con la letra de este himno que nos une:

«Libre al viento tu hermosa bandera
A vencer o a morir llamará
Que tu pueblo con ánima fiera
Antes muerto que esclavo será».

Artículo anteriorJalapa: Cinco personas electrocutadas cuando acompañaban antorcha
Artículo siguienteLa importancia de los buenos ejemplos