Fernando Mollinedo C.
Gobernar un país es difícil, la inmensidad de problemas que a diario suceden en todos los órdenes de la vida, no es posible solucionarlos de forma inmediata; especialmente aquellos que necesiten una atención especial. Sin embargo, los gobernantes se hacen rodear de asesores que deberían conocer la disciplina educativa para emitir opiniones valederas y posibles soluciones, y no ser solamente los sirvientes de las autoridades de turno.
El presidente dijo que para el mes de agosto está calendarizado el retorno a clases presenciales, situación que, a la vista de los padres y madres de familia no vieron con agrado porque la población escolar aún no está vacunada y eso significa facilitar el contagio del Covid-19 en esta época de repunte; es decir que los niños irán directamente a contagiarse porque la mayoría de los centros escolares carecen de los servicios básicos de agua potable y los equipos básicos de higiene.
Sí a las autoridades gubernamentales no les importa la salud de la población, como lo están demostrando con el hueveo de las vacunas, la respuesta de los padres y madres de los alumnos será: MIS HIJOS NO IRÁN A LA ESCUELA porque es inconcebible que las mismas autoridades los envíen directamente a recibir la muerte cual vil holocausto. No exagero en ese punto, un año de estudios se recupera, pero la vida de los niños NO SE RECUPERARÁ JAMÁS EN CASO SE CONTAGIEN Y FALLEZCAN POR ÓRDENES DEL ACTUAL PRESIDENTE.
Durante los 149 años de existir, el Ministerio de Educación ha tenido unos 3 o 4 ministros que proyectaron políticas educativas para lograr un pequeño salto de la ignorancia a un mínimo cultural que permita acceder al crecimiento personal, de acuerdo a la cultura occidental. A excepción de esos 3 o 4, los demás han sido unos incapaces, chambones, políticos (hombres y mujeres) vividores y estafadores que, actualmente durante cuatro años se convierten en garrapatas económicas que succionan el erario en detrimento de la educación.
La mayor parte de ministros de Educación han sido representantes de los intereses de la oligarquía, egresados de universidades privadas que, en su calidad de sirvientes de la burguesía proyectan planes, programas y sistemas incoherentes con las necesidades reales de la población escolar, pues desconocen el sistema educativo público, es decir, que han estado al servicio de sus intereses pues no les conviene una población educada de manera integral que aprenda a pensar y no sólo a obedecer.
Los ex ministros de Educación de extracción popular que ejercieron el cargo, han antepuesto sus intereses particulares de hacerse ricos con los inmensos negocios que les reditúan ganancias económicas a cambio de su criminal conducta de “dejar hacer, dejar pasar”, que durante muchísimos años esa ha sido la maldita proyección de la oligarquía nacional que pretende seguir teniendo mano de obra barata basada en la ignorancia y la obediencia absoluta de sus lacayas autoridades. ¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO de préstamos y donaciones recibidos para el desarrollo humano de la población guatemalteca?, o ¿seguirán el mismo destino del pago de las vacunas?
