Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Hace unos años mientras realizaba una investigación por los 100 años del licenciado David Vela, tuve la oportunidad de estar en el Museo de la Universidad de San Carlos, Musac.

La ocasión era una exposición sobre mi mejor recuerdo. Y en la misa se exhibían las túnicas de mis hijos, las que utilizaron por primera vez siendo muy niños para cargar el anda de la iglesia de la Recolección el Sábado de Dolores.

Allí pude observar que se encontraba el sombrero del licenciado David Vela, un personaje de la política, el periodismo, los Boy Scouts y miembro fundador de muchas instituciones y museos.

Al salir caminé sobre la sexta avenida y allí en el Almacén Embajador vi su sombrero. Llamada por la curiosidad, entré y pregunté al dependiente si le conocía. Y para sorpresa el respondió que sí. Que El licenciado Vela compraba allí sus sombreros. Y me mostró el modelo que más le gustaba un Stetson.

Para mí fue una enorme coincidencia terminar allí para poder tener otro dato de mi investigado. Una persona que nació a principios del siglo pasado cuando los caballeros usaban sombrero.

Claro que para mí no era algo extraño, mi padre, Daniel González Arévalo, también usaba sombrero, y hay que ver cómo lo lucía. Aunque en los últimos tiempos solo lo utilizaba en el campo, como dicen “un sombrero de junco”, pues las gorras habían ya abarcado el mercado y se miraban en todos lados, a lo que mi padre no fue ajeno.

Tan así que es difícil en la actualidad encontrar sombreros, pues las gorras han acaparado el mercado con distintos modelos, colores y precios. Eso especialmente el precio, ya que se puede adquirir en la calle por veinte o menos quetzales.

Claro que si son de marca, patrocinadas por un artista o de colección, pueden llegar a costar hasta más de mil quetzales.

Mi hijo Digo Daniel gustaba usar sobrero, tenía de distintos colores, pero solo se los ponía cuando consideraba una ocasión especial. De lo contrario a diario utilizaba gorra. Tenia una colección de gorras militares y una colección de gorras de distintos colores para combinar con su ropa.

Y es que hablo de las gorras y sombreros porque la Organización Mundial de la Salud, pide protegernos del sol, utilizando gorras o sombreros, además de ser posible, lentes oscuros para proteger los ojos.

Así que utilizar estos accesorios ha dejado de ser de personas especiales, pues todos deberíamos usarlos especialmente en las horas del mediodía. Así como ropa de manga larga y protector solar.

Los últimos días los rayos UV son los más intensos durante las horas del mediodía, entre las 10:00 a.m.   y las 4:00 p.m.   así como la temperatura solar, por lo que si debemos salir utilicemos lentes oscuros y gorras o sombreros, protejamos nuestra piel y evitemos dañarla. Y qué guapo se miraba mi hijo Diego Daniel luciendo con orgullo su sombrero ¡Descansa en paz!

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