Ayer al salir de mi casa tuve leve sensación cálida, parecía que el día sería un poco caluroso pese a que estamos en nuestra etapa de invierno y que los expertos dicen que el clima bajará un poco todos los días.
Al poco tiempo de llegar a mi trabajo empezó a caer una llovizna fuerte como esa que llamamos (chipi-chipi) que paraba por ratos y volvía a caer. Hacia las tres de la tarde el cielo se abrió y salió el sol. Era como un sol de mediodía, de un día de verano. Fuerte y caliente.
Hoy sentí frío muy temprano, así que desde que empecé a prepararme para salir al trabajo me puse un suéter abrigado y aún así mientras llegaba a mi destino tenía frío. Sin embargo a eso de las 9:00 horas tuve que quitármelo porque el calor era muy fuerte.
En respuesta al clima que cambia rápidamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado un nuevo marco operativo para construir sistemas de salud resilientes al clima y bajos en carbono.
Su objetivo es aumentar la resiliencia climática de los sistemas de salud para proteger y mejorar la salud de las comunidades en un clima inestable y cambiante, optimizando al mismo tiempo el uso de recursos e implementando estrategias para reducir las emisiones de GEI. Que son gases presentes en la atmósfera que capturan energía y calientan la superficie del planeta.
Sin embargo, distintas acciones humanas liberan estos gases en forma de contaminación aumentando su presencia en la atmósfera provocando el aumento de la temperatura media de la Tierra.
El objetivo de este nuevo Marco Operativo es contribuir al diseño de sistemas de salud transformadores que puedan brindar atención segura y de calidad en un clima cambiante.
Según la OMS la implementación de los diez componentes que presentan ayudaría a las organizaciones, autoridades y programas de salud para anticipar, prevenir, prepararse y gestionar los riesgos para la salud relacionados con el clima y disminuir la carga de los resultados de salud asociados sensibles al clima. Ya que este Marco integral está diseñado para mejorar la resiliencia de los sistemas de salud y al mismo tiempo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para ayudar a salvaguardar la salud de las comunidades en todo el mundo.
«En todo el mundo, los sistemas de salud son vulnerables a los impactos del cambio climático, pero también contribuyen a él», afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Por lo tanto, tenemos la doble responsabilidad de construir sistemas de salud que puedan resistir las crisis relacionadas con el clima y, al mismo tiempo, reducir su huella de carbono (mide las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana. Cada vez que viajamos en coche, cargamos el teléfono móvil o ponemos una lavadora, entre otras miles de rutinas, dejamos atrás una estela de gases que se acumulan en la atmósfera y sobrecalientan el planeta).
La implementación de prácticas sanitarias bajas en carbono contribuiría a la mitigación del cambio climático y al mismo tiempo mejoraría los resultados de salud.
Lograr estos objetivos es una contribución importante a la cobertura sanitaria universal (CUS), la seguridad sanitaria mundial y metas específicas dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El documento es un recurso útil para los tomadores de decisiones en los sistemas de salud, pero también para los educadores y principalmente los padres de familia.
El planeta está gastándose ya su presupuesto del año 2024, por decirlo de alguna manera. Necesitamos reducir, reutilizar y reciclar. No como un eslogan, sino como una forma de vida, para dejar menos huella de carbono, destruir menos el planeta y tratar de asegurar que las futuras generaciones puedan vivir en ambientes más sanos, con menos basura, producida por cada uno de nosotros mismos.
TÓMATE UN DÍA PARA CONOCER CUÁL ES TU HUELLA DE CARBONO Y CÓMO PODRÍAS REDUCIRLA PARA CONTRIBUIR A TENER EL PLANETA MÁS SANO.
