Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

Solo nosotros podemos protegernos del dengue, eliminando sus criaderos en nuestros hogares y alrededores.

El ser humano es considerado “el rey del Planeta Tierra” que tiene la capacidad de dominar a todas las especies: elefantes, lobos, ballenas y hasta los halcones. Pero se ve derrotado ante especies microscópicas, como el COVID que continúa matando personas a lo largo del planeta.

Esta semana finaliza con la declaratoria por el Ministerio de Salud Pública de un estado de emergencia ante el dengue. Un virus potencialmente asesino, que se desarrolla en el sur del continente americano en los primeros meses del año y en el norte del continente hacia finales de año.

El dengue es definido como una infección viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti, originario de África. Una de tantas otras enfermedades traídas al hemisferio Occidental al principio de las exploraciones y la colonización de América.

Fue hasta finales del siglo XIX que el médico cubano, Carlos Juan Finlay, descubrió a este mosquito como transmisor del dengue. Dejando saber que los infectados con dengue, son los principales multiplicadores del virus, infectando a los mosquitos que los pican. Los que resisten y se convierten en transmisores de la enfermedad al picar a una persona sana, dejándole inoculado en un pequeño puntito de la piel el virus del dengue.

Por ello la persona afectada debe ser aislada y protegida para evitar ser picada y continuar la transmisión en la familia o personal hospitalario.

Se cree que el nombre proviene de “dinga” o “dyenga” que, en voz suajili, idioma del este de África, significa “ataque repentino parecido a un calambre o estremecimiento provocado por un espíritu malo”, lo que describe el sufrimiento del paciente con un fuerte dolor de huesos. Conociéndose como “enfermedad quebranta huesos”.

En las primeras décadas del siglo XX, los brotes fueron más comunes en Estados Unidos, con importantes epidemias en Florida en 1934 y en Nueva Orleans en 1945. Ya para mediados de siglo el dengue hacía estragos en el Caribe y resto de América.

El impacto ecológico, social, poblacional y el desplazamiento turístico y comercial son factores que contribuyen a la expansión de la enfermedad y multiplicación del mosquito Aedes aegypti. Hacia 1970, se tenía reporte de 9 países con epidemias de dengue. Cincuenta años después la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el dengue como enfermedad endémica en más de 100 países incluidas las Américas.

Los mosquitos se alimentan de sangre y si pican a una persona infectada, guardan el virus y lo transmiten a una persona sana cuando la pican para continuar alimentándose. Causándole fiebre alta, dolores de cabeza, dolor en las articulaciones y los músculos, vómitos y sarpullido. La mayoría de las personas mejoran en pocas semanas. En algunos casos puede llegar a ser muy grave, en el país se contabilizan ya 22 personas fallecidas por dengue.

Ocurre que los mosquitos hembras necesitan proteínas y hierro de la sangre para producir sus huevos. Así que luego de picar a una persona y beber la sangre, buscan un poco de agua estancada para poner sus huevos. Las larvas salen del huevo y se convierten en pupas y luego en mosquitos adultos que se alimentan de sangre.

Antes del COVID 19 los laboratorios trabajaban en una vacuna, pero aún no hay distribución, por lo que estamos solos.

Sólo cada uno puede protegerse, evitando guardar recipientes destapados que contengan agua. Tenemos que limpiar los patios, jardines, garajes, y sitios alrededor de nuestra vivienda para evitar los criaderos de mosquitos. Lavar y tapar las pilas y todo lo que usemos para almacenar agua, cambiar todos los días el agua de floreros y bebedero de mascotas. Girar los toneles, cubetas y otros vacíos y tirar todo lo que ya no sirva y hemos acumulado, como llantas, fierros, cajas y demás.

El Ministerio de Salud Pública y Conred están realizando alianzas con algunas instituciones como el Hospital de Policía Nacional Civil, dirigido por el doctor Jorge Mario Cifuentes Saravia, para instruir sobre procesos de fumigación, uso del producto, equipo de protección personal y otros para mitigar la transmisión del virus y brindar a los agentes y ciudadanos que asisten a las distintas sedes protección.

TODOS DEBEMOS LIMPIAR, TIRAR, GIRAR Y LAVAR PARA EVITAR CONTRAER DENGUE POR LA PICADURA DE LOS MOSQUITOS.

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