Edith González
Quizás, por alguna razón secreta que solo los del siglo XXI conocen y sabrán, la juventud se lleva internamente.
Siguiendo la ruta de la Declaración de los Derechos Humanos, y estableciendo los derechos de grupos vulnerables. En 1999 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas –ONU– proclamó el Año Internacional de las Personas Mayores”, y declaró el 1 de octubre de cada año para conmemorar al adulto mayor.
En Guatemala el decreto 25-2009 declara el 15 de noviembre como Día Nacional del Adulto Mayor y reforma la ley del Programa de Aporte Económico del Adulto Mayor y se establece el Programa Sustantivo Adulto Mayor del Ministerio de Cultura y Deportes (MCD) para promover la salud integral de las personas mayores y brindarles una mejor calidad de vida.
Por supuesto el objetivo principal de este día, aunque sea sólo uno al año, es recordarle a la población los cuidados y derechos a los que estas personas son acreedoras, mismos derechos que garantizan la protección de su salud física, mental y moral en nuestra sociedad.
El Decreto 80-96 “Ley de protección para las personas de la tercera edad”, señala: el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social a través de sus dependencias, en coordinación con otros organismos, desarrollará acciones que tiendan la protección de los Adultos Mayores, así como a fortalecer su autoestima a afecto del cuidado de su salud integral.
De la misma manera se elaboró y presentó la Política Nacional de Atención Integral a las Personas Adultas Mayores, como parte de la política del desarrollo Katún Nuestra Guatemala 2032, priorizando el desarrollo de las estrategias y acciones, para garantizar a las personas en sus ejes estratégicos de: salud integral, empleo, formación, capacitación, protección social, promoción de la justicia, recreación y socialización.
Desde 1996, durante la gestión del Arquitecto Augusto Vela Mena en el Ministerio de Cultura y Deportes, se crearon las escuelas de baile, y se habilitaron sitios de recreación para los adultos mayores, los que a la vez formaron grupos artísticos que se presentaron en distintos sitios del país e incluso fuera, tal el caso de las Mengalas de Amatitlán que participaron representando a Guatemala durante una celebración patria en Chiapas México.
Estas personas están formando en la actualidad parte de un nuevo grupo social que antes no existía: personas que ahora tienen entre sesenta y ochenta años, que pertenecen a una generación que ha expulsado la palabra envejecimiento de la terminología.
Formado por hombres y mujeres independientes que trabajaron en sus áreas de interés para ganarse la vida y sostener a su familia, haciendo del trabajo un gusto y sintiéndose realizados por lo que muchos de ellos no piensan en jubilarse y los que lo han hecho disfrutan plenamente su vida, su tiempo de ocio y sus pasatiempos.
Han ingresado al mundo de la tecnología aprendiendo a utilizar una computadora, un teléfono celular y se ponen en contacto con sus amigos a los que les escriben emails o mensajes por redes sociales. Hoy en día, las personas de 60, 70 u 80 años, como es su costumbre, están iniciando una era que todavía no tiene nombre.
Porque hace 20 años apenas estas personas eran, incluso con desprecio, llamadas viejas. Dentro de una connotación de enfermas, incapacitadas, para realizar tareas o sostenerse en un trabajo, con necesidad de cuidados y atención. Hoy gracias a los avances de la ciencia y el desarrollo de nuevas ideas estas personas están plenas física e intelectualmente, hacen planes para sus propias vidas, disfrutan de asistir a reuniones con sus pares, reunirse con su familia y gozar de una vida plena, añadiendo que muchos de ellos viven solos y atienden sus necesidades personales. Además de cuidar, por muchas horas al día, de sus nietos sin remuneración ni reconocimiento.
Este día, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la contribución de las personas mayores a la sociedad y para concienciar sobre los problemas y los retos que plantea el envejecimiento en el mundo actual.
Cuidemos, compartamos y amemos a quien nos cuidó por tantos años durante nuestra niñez y adolescencia.