Douglas Gonzalez

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Politólogo, egresado de la USAC y la UCJC. Librepensador. Experiencia en políticas públicas, procesos de diálogo y comunicación política. Una mejor Guatemala es posible y necesaria.

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Los problemas de la democracia se resuelven con más democracia.
Alexis de Tocqueville

Luego de presentar su Informe Final, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea realizó una mesa redonda para discutir las principales recomendaciones que se hacen al TSE para ser incorporadas a las discusiones que se lleven a cabo en el seno de la Comisión para la Actualización y Modernización Electoral -CAME-. Agradezco a la MOE la invitación que me hicieran y aprovecho este espacio para hacer un breve repaso de la exposición realizada por el jefe de la Misión Jordi Canyas y su panel de expertos.

El informe de observación se resume en tres palabras sencillas: NO HUBO FRAUDE.

Enumeraré algunas de las principales recomendaciones para hacer reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y, a continuación, compartiré mis reacciones dentro del taller:

Recomendación 10.  Facilitar la inscripción en el padrón de los ciudadanos con DPI para que, automáticamente, queden empadronados. Es urgente que este mecanismo de incorporación al padrón a los nuevos ciudadanos y a quienes aún no estén empadronados se haga de manera automática. El espíritu y la letra de la democracia deben apuntar al principio de: un ciudadano, un voto. Con ello, lograremos eliminar barreras de acceso al voto a millones de ciudadanos; sobretodo, los jóvenes. La SAT ya fue capaz de substituir el NIT por el CUI; por lo tanto, no debería de ser difícil hacerlo con el empadronamiento. Si a los jóvenes se les exige tributar, se les debe dar pleno derecho a votar.

Recomendación 11. Redefinir las disposiciones y sanciones sobre la campaña anticipada para evitar que limite el derecho de sufragio y la libertad de expresión. Mi postura es que el 94bis de la LEPP debe ser eliminado. El concepto de campaña anticipada es un yerro terrible de la Ley vigente y no ha traído sino abusos y arbitrariedades. Nuca más se deben crear herramientas arbitrarias para limitar el derecho a elegir y ser electo, ni el derecho a la libre expresión.

Recomendación 12. Definir los criterios fijados en el Artículo 113 de la CPR para evitar interpretaciones arbitrarias. La postura que expuse en el taller es que el Art. 113 se encuentra en la Sección Novena de la Constitución y hace referencia a los trabajadores del Estado. En consecuencia, no es aplicable a quienes optan a cargos de elección popular, cuyos requisitos están establecidos, a cláusula cerrada, en sus respectivos artículos. El mismo criterio aplica para el finiquito, el cual es un requisito para tomar posesión del cargo, no para ser electo. El TSE debe abstenerse de calificar candidaturas y debe recuperar su función que es la de inscribir a los candidatos y velar por la pureza e integridad del proceso electoral. El 113 es un artículo que tenía la pretensión de dar un rango constitucional al proceso de selección de la burocracia del Estado, al estilo del sistema de Taiwán. Una pentarquía donde además de los 3 poderes del Estado, se agrega a la Contraloría (el poder de Control) y al Servicio Civil (el poder de Examen). Quizás este sea un tema para abordar más adelante en un nuevo diseño institucional.

Recomendación 17. Establecer condiciones igualitarias para la publicidad política de pago, tanto en línea, como fuera de internet. Es esta recomendación, mi reacción fue que el tema de las redes sociales debía estudiarse más y mejor, antes de cualquier decisión de imponer controles y/o restricciones. Después de todo, esta elección de Bernardo Arévalo, entre las muchas cosas que nos enseñó es que, si se saben interpretar adecuadamente los disparadores del voto y del estado de ánimo de la población votante, las redes sociales son un vehículo idóneo para que candidaturas independientes del dinero de poderes fácticos puedan acceder a sus cargos y ejercerlos con más independencia y mayor corresponsabilidad hacia sus electores. Así que, mientras no se sepa bien qué se quiere hacer, el principio debe ser el de dar más libertad y evitar las restricciones.

Recomendación 23. Medidas para incrementar la participación de las mujeres como la paridad y la alternancia en los listados de candidatos. Este es uno de los aspectos más difíciles de digerir para un Estado que históricamente ha marginado a las mujeres y a las mujeres indígenas por en sus dos condiciones. Sin embargo, mi sugerencia fue buscar una reforma gradual que permita que en 1 o 2 procesos electorales alcancemos el ideal. Aún hay brechas de educación, acceso a la tecnología y formación política que deben implementarse para garantizar una mayor participación. En las presentes elecciones solo un 20% de mujeres fueron electas y solo una de ellas es indígena. Es necesario incentivar y legislar afirmativamente para que el Congreso refleje de mejor manera el 58% de mujeres empadronadas que existen.

El voto nulo. Esta recomendación no fue incorporada en el informe. Sin embargo, desde mi punto de vista particular se debe revisar ya que es una disposición utópica: 50% +1 del voto nulo para repetir las elecciones presidenciales y con los mismos candidatos. Aunque se escucha políticamente correcta, es inalcanzable e inútil para su propósito. Sin embargo, en esta misma coyuntura podemos ver lo contraproducente que puede ser tener una transición de mando de 4 meses. Ese artículo debe eliminarse y entrar a discutir la posibilidad de revocatoria de mandato, tanto para presidente como para diputados, para lo cual es necesaria una reforma constitucional.

Integralidad sistémica. Este tema tampoco se discutió. Sin embargo, considero toral la discusión de una reforma o substitución de la LEPP basada en principios para evitar los parches y los artículos casuísticos con dedicatoria. Los principios que deben regir esa nueva iniciativa son: eliminar barreras de acceso, incentivar la participación de candidaturas independientes y locales con partidos o comités cívicos departamentales, reducir el tamaño de los distritos, mejorar los controles al financiamiento electoral, promover la democracia al interno de los partidos políticos y la cultura cívico política en los ciudadanos. La conclusión es que sin ciudadanos demócratas no es posible tener democracia.

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