David Barrientos

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Guatemalteco con educación para el análisis de coyuntura, administración, dirección, alta gestión y coordinación de proyectos de seguridad, defensa, logística y manejo de crisis, con experiencias en el liderazgo de grandes unidades militares e interinstitucionales, actualmente consultor independiente y doctorando en ciencias sociales.

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David Barrientos

Los métodos de comunicación utilizados por los Secretarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América, han pasado desde la instalación de consulados como el de la ciudad portuaria de Liverpool, Gran Bretaña en 1790 por Thomas Jefferson; la presencia física diplomática en países de América Latina en 1837 por John Quincy Adams; las conferencias diarias del Departamento de Estado en 1933 por Cordell Hull; la creación del primer sitio Web del Departamento en 1996 por Warren Cristofer; el inicio de las redes sociales Twitter y YouTube del Departamento en 2006 por Condoleezza Rice: hasta Mike Pompeo que el primer día como Secretario, lanzó su cuenta en Twitter y posteriormente abrió su cuenta en Instagram. Progreso de comunicación para participar de manera más eficaz con públicos nacionales y extranjeros, para comunicar políticas unilaterales y compartidas con incidencia geopolítica.

De periódicos impresos a la era digital las comunicaciones globales han revolucionado drásticamente; sin embargo, los elementos de la comunicación siguen vigentes: hoy el elemento canal es múltiple y difuso, el elemento código es el más complicado por cuanto que los datos y las reglas no son compartidas multilateralmente y por consiguiente no se logran desencriptar correctamente los mensajes; acá influye otro elemento de comunicación: el canal, que en muchos casos no solo no es el adecuado, sino posiblemente corresponsable de contaminar el mensaje en beneficio propio. Es sumamente importante entender que la comunicación es un proceso en el que se comparten significados a partir del intercambio de información, en esencia, es un proceso donde intervienen los elementos de la comunicación que se interrelacionan entre sí, por lo tanto, toda acción comunicativa que vaya a realizarse no depende del conocimiento que se tenga de una lengua; depende de la cultura del público que la recibe para lograr ejercer la influencia necesaria. Si el mensaje está mal codificado y se hace por el canal equivocado jamás podrá decodificarse de manera adecuada, incluso puede no llegar a donde se intenta.

Desencriptar mensajes no solo no ha sido una fortaleza de la región latinoamericana; también encriptarlos no ha sido la fortaleza de los Estados Unidos de América en los últimos tiempos, por consiguiente, las interpretaciones a los mismos son en todo caso a conveniencia y ante el choque entre grupos, tales decodificaciones son contaminadas y sacadas de contexto, lo que no contribuye a construir sociedades donde prevalezca la gobernanza en tiempos de interdependencia.

La comunicación política se trata en esencia, de un proceso que, aunque se puede ver como una herramienta útil para la diplomacia pública, va más allá, pues hace uso de corporaciones mediáticas, agencias, organizaciones gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, tanques de pensamiento, iglesias y demás actores que influyen en: la formación de consenso, movilización, cooptación política, cambio de valores, referentes cognitivos, ideal social y reacciones gubernamentales. En concreto, los objetivos de la comunicación no se limitan al cambio de gobiernos o a legitimar determinadas políticas, sino a garantizar la consolidación del poder corporativo transnacional y hegemónico; por tanto, debe ser canalizado y encriptado adecuadamente, de lo contrario no contribuye a la estabilidad de la región.

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