El Artículo 45 de la Constitución Política de la República, en su segundo párrafo dice: «Es legítima la resistencia del pueblo para protección y defensa de los derechos y garantías consignados en la Constitución». Por ejemplo, elegir y ser electo y, manifestarse “en contra del rompimiento constitucional”. Si la Corte de Constitucionalidad ampara al CACIF por los bloqueos en carreteras, que se vaya preparando para recibir amparos respecto al derecho de –legítima resistencia- Dudo que alguien quiera volver al pasado, donde nos matábamos por pensar diferente, menos los que ven afectada su economía con un clima permanente de ingobernabilidad. Así que más que plantear un amparo contra los bloqueos, si el CACIF, como ha mostrado en discursos de algunos de sus funcionarios, apoya a Arévalo, que apoye la voluntad de los electores y condene lo actuado por el Ministerio Público, están siendo igual de hipócritas que Giammattei y la presidenta de la Junta Directiva del Congreso de la República.
El sistema ha escogido enfrentarse nuevamente a sus “subordinados”, pero se les olvida que quienes más pierden y perderán, son ellos, las élites que han moldeado lo que contiene la “doctrina” y que por lo tanto nos enmarca en qué podemos hacer, y qué no, como individuos y sociedad. Porque a pesar que vamos dos siglos atrás en desarrollo y progreso, no somos los mismos de hace doscientos años, el país no es el mismo, el mundo no es el mismo. Hace muy poco, la oligarquía y todas sus constelaciones hacían apología del país del norte, ahora relinchan y braman exigiendo soberanía: hipócritas.
Guatemala, alguna vez tenía que alcanzar uno de sus puntos históricos sin retorno, éste es uno de ellos. De acá no nos movemos. No se trata de Semilla, no se trata de ser de izquierda, no se trata de ser comunista. Se trata de ser un país viable, incluso dentro del marco de la economía de mercado y el capitalismo. No lo somos, porque esta finca produce y exporta lo mejor para que unos cuantos cobren y la gran mayoría siga explotada y embrutecida, llamada a ser parte de la corrupción y el salvajismo. Ya basta.
Tenemos, incluso en el actual marco jurídico, el derecho a la legítima resistencia, y agrego algo más, a la digna resistencia.
Arévalo asumirá el poder, no sé si el 14 de enero o en otra fecha, pero así será, porque queremos, merecemos y lucharemos por que se respete al verdadero soberano, el pueblo. Quienes fueron electos por VAMOS y por UNE, que creen se beneficiarán de lo que se cierne sobre el país, se equivocan grandemente. Como parte de la legítima y digna resistencia, invito a cada lector en cada municipio y departamento, a que pida y exija a sus alcaldes, diputadas y diputados electos, que se manifiesten contra el Golpe de Estado, que se sumen a la lucha por lo que queda de democracia, o que ni siquiera se acerquen a sus municipalidades y curules en enero.
Esto pasó de ser un capricho irresponsable de un “principito” y su mecenas, a un acto de desnudez de la realidad nacional y del por qué estamos como estamos.