Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Al parecer, la cultura popular ha sido permeada de tal forma por el sistema, que premia la demagogia, los políticos no desaprovechan la oportunidad, y prometen más de lo que realmente pueden hacer y cumplir. El político, que pretenda en el actual sistema electoral guatemalteco, a través de la ilustración y la propuesta, ganarse el favor del electorado, tiene doble trabajo para triunfar en las urnas. El charlatán, el payaso o el mañoso, tiene la mitad del camino andado en la política guatemalteca.

Esto puede estar asociado a que es más cómodo sufrir de “amnesia ética”, para no hacernos responsables de lo que hace la clase política que elegimos para gobernar. Es una trampa que elaboramos para no reconocer la realidad, es una suerte de ejercicio que nos acostumbra a la mentira de tal forma, que ya la verdad, por monumental que sea, no nos afecta.

Es de conocimiento popular que el gobierno de Otto Pérez fue corrupto, la CICIG desveló el caso de La Línea, pero ya lo olvidamos, de hecho, hablar de corrupción e impunidad en Guatemala, es casi lo mismo que hablar de comunismo, a la gente le da asco. Es sabido ampliamente que el gobierno de Jimmy Morales fue uno de los más ineptos de la historia, pero ya lo olvidamos, de hecho, valoramos más los “memes” que nos dejó, que el daño que hizo en materia de derechos humanos, política internacional y también en cuanto a corrupción. Es un hecho la animadversión pública contra el partido oficial, que el gobierno de Giammattei ha sido corrupto y nefasto para el país, sin embargo, el electorado les dio 131 alcaldías y 39 diputaciones, es decir, siguen siendo una fuerza política importante en Guatemala. Por otro lado, la UNE sólo obtuvo 38 alcaldías y 28 diputaciones. Y hablando de amnesia ética, ya a VAMOS se le olvidó que Giammattei prometió no descansar hasta ver a Sandra Torres presa, porque el jefe de campaña de la UNE (porteño, cliente de la Lista Engel), anda recorriendo el país en helicóptero, y por lo menos con cuatro de los primeros 6 lugares de la primera vuelta, está operativizando con 217 alcaldes, la movilización del voto a nivel nacional.

Esta clase política corrupta, se niega a perder el poder, y paralelamente a las alianzas electorales, han orquestado una campaña ominosa en contra del Movimiento Semilla y, antes de ello, en contra de cualquiera que representara una amenaza para el statu quo. Se han vuelto “artistas del engaño”. Ahora mismo hay familias peleándose por temas religiosos que devienen de las mentiras que buscaban la confusión y el miedo, el sistema está cosechando lo que ha sembrado (valga la paradoja con Semilla), y la polarización y embrutecimiento de la población es tal, que prefieren lo viejo conocido (viejo, corrupto e impune conocido), que lo civilizado y progresista que representa Bernardo Arévalo y Semilla.

Es lo que tenemos, es lo que somos, es contra lo que hay que luchar en esta segunda vuelta, en las próximas elecciones y durante los próximos 50 años. NO A LA DEMAGOGIA, NO AL OLVIDO. SI A LA SIEMBRA PARA UNA MEJOR COSECHA.

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