El alcance de las acciones del Ministerio Público, el Juez del juzgado Séptimo de Sentencia Penal y el Ministerio de Gobernación (a través de la Policía Nacional Civil), desobedeciendo a la Corte de Constitucionalidad, rayan en el rompimiento del orden constitucional. El silencio de Giammattei, es cómplice.
Insistir en la cancelación de la personería jurídica de Semilla, sólo nos deja ante escenarios caóticos por venir. El tercer lugar, VAMOS, no podría subir a segundo lugar, porque UNE lo supera en votos en más de 50 + 1. Pero ahora entenderán las y los lectores la consigna de “Vamos, porque Vamos…” Por otro lado, el Tribunal Supremo Electoral ya dejó en firme los resultados de la primera vuelta y la Corte de Constitucionalidad ha amparado a dicho tribunal. Y el otro escenario descabellado, es declarar ganador al partido político UNE en primera vuelta.
Lo legal, lo sano, lo que nos deja cerca de lo democrático y el respeto popular a la institucionalidad, es que haya segunda vuelta entre UNE y Semilla.
No cabe duda que lo actuado por el actual gobierno y quienes han usufructuado los “beneficios” de la corrupción, es demasiado grande.
El partido oficial, a pesar del uso ilegal, corrupto y desmedido de los recursos del gobierno en las elecciones, no logró el objetivo de pasar a segunda vuelta, el rechazo a la gestión del Ejecutivo fue claro en las urnas. Los votos que lograron las diputaciones y alcaldías, son fruto de una logística milimétrica que nos tocó pagar a todos los guatemaltecos: el clientelismo fue brutal y descarado. A pesar de los evidentes delitos electorales de VAMOS, la Fiscalía de Delitos Electorales guardó silencio; pero ahora se ensaña contra quien la población decidió que ocupara el segundo lugar y pasara a segunda vuelta. Los votantes y candidatos dignos del partido oficial, bien harían en manifestarse y desmarcarse de la complicidad de un Golpe de Estado.
Hay fecha, el 20 de agosto sabremos si avanzamos o retrocedemos en Guatemala. El gabinete de Alejandro Giammattei debe saber que, si sigue el derrotero que el MP está marcando, está colaborando en el rompimiento constitucional y son responsables directos del desenlace de la crisis de gobernabilidad por la que estamos atravesando, la peor desde el Autogolpe de Estado en 1993.
En Guatemala estamos cansados de que nos enfrenten, nos engañen, nos utilicen, nos manipulen, y de que una cúpula viva de nuestra sangre y trabajo. Luego de 37 años, volvemos al mismo punto. La medida del futuro de nuestro país será, la capacidad que tengamos de resolver lo que está ante nosotros de manera civilizada.
Es un hecho que, desde la ciudadanía, tenemos que mejorar la política, a los partidos y a la clase política; lo que tenemos ahora está dando muestras de poca representatividad del electorado y, una alta dependencia de intereses particulares, mafiosos y antidemocráticos. Si queremos una política diferente, debemos ser ciudadanos diferentes.
POR UNA GUATEMALA DIFERENTE: NO AL GOLPE DE ESTADO DEL PACTO DE CORRUPTOS
