Claudia Virginia Samayoa

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Estas fiestas navideñas son momento oportuno para celebrar a aquellas personas y grupos que han mostrado esa promesa de salvación realizada a Abraham por JHVH.  Dios hecho hombre nace entre nosotros para enseñarnos a vivir con humildad, alegría, amor, esperanza y búsqueda de la justicia.  Nos enseña que el Reino de los Cielos se puede construir en la tierra.  Permítanme en esta columna entregar algunos regalos para quienes tratan de construir el Reino hoy:

Una GRAN ANTORCHA DE LUZ INEXTINGUIBLE para el grupo interreligioso ‘Centinelas’.  Ellos y ellas se organizaron hace varios años para encender la luz en la noche obscura del autoritarismo guatemalteco, mostrando el camino de la resistencia desde la fe.  No solo hacen plantones y jornadas por los criminalizados, van a las cárceles y a las audiencias, acompañan a los perseguidos y nos recuerdan que actuar y orar desde las diversas expresiones de la fe, genera esa fraternidad que puede hacer verdad los derechos humanos para todos.

Un CORAZÓN DE ORO para el equipo de UDEFEGUA que recorre varias veces el país al año para acompañar a personas, comunidades y organizaciones agredidas por el estado o por grupos no estatales empoderados por la corrupción, la impunidad y la ruptura del Estado de Derecho.  No era fácil hacer ese trabajo cuando fundamos la organización hace 22 años; pero ahora es mucho más difícil ya que deben resistir el odio de personas manipuladas por poderosos mecanismos de desinformación.

Un CELULAR QUE NO NECESITE RECARGA para todas las comunicadoras y comunicadores, las y los periodistas y personas que investigan, toman fotos, registran el testimonio de las personas y comunidades que sufren la violencia estatal en su mayor expresión. Particularmente a aquellas voces de las comunidades desalojadas y hostigadas por finqueros, la de los migrantes guatemaltecos en el exterior y la de otras personas en movimiento que sufren en su paso por Guatemala.   Un celular particularmente resistente para quienes siguen destapando los abusos de autoridad y la corrupción en el gobierno actual.

Una BOTELLA REPLETA DE ESPERANZA Y AMOR para todas las personas que tuvieron que salir al exilio en estos últimos años ante la utilización del poder punitivo del gobierno por parte de quienes se vieron sin privilegios durante el avance del sistema de justicia como uno independiente y capaz de realmente perseguir tanto el delito de poca monta como el de cuello blanco.   No huyen de la cárcel porque son culpables, huyen porque saben que el sistema actual simula legalidad, pero propina venganza.  Esa botella va para que sepan que no están solos.

Una CAJA DE GALLETITAS DE RESISTENCIA para quienes se atrevieron a formar la Convergencia Nacional por la Resistencia.  Ofreciendo un espacio sin agendas y con necesidad de construcción que nos expone todos al reto de hilar resistencia y vencer hegemonismos.  Que las galletitas les fortalezcan para buscar activamente cómo construir y no esperar que alguien más haga.

Por último, una POMADA DE ENERGÍA POSITIVA para las abogadas y abogados que se atreven a litigar casos de criminalización de personas que defienden derechos humanos y para a quienes defienden, particularmente quienes pasarán prisión esta Nochebuena.  Que la pomada sirva para masajear su alma y sacar todo ese odio que les dirige la parte acusadora y para recordarles que somos muchos con ustedes.

Y usted, estimado lector, ¿a quién más agregaría en la lista?  ¡FELIZ NAVIDAD!

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