Claudia Virginia Samayoa

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Claudia Virginia Samayoa
Cartas de una Lechuza
@tucurclaux

Cuesta respirar. ¡Cuánto cuesta respirar en estos tiempos!  No me refiero al uso de mascarillas cada vez que estamos fuera de nuestras casas y lo que cuesta respirar cuando hace mucho calor, estamos haciendo ejercicio o llevemos horas con la nueva parte de nuestro vestuario.

Me cuesta respirar cuando veo un comentario del twitt que denuncia a la Editorial Piedra Santa por contenidos en un texto escolar de sociales que ‘promueven el odio’.  Cuando veo el contenido de la página fotografiada, esta explica el tipo de desigualdades que existen en Guatemala evidenciando los efectos de la concentración de riqueza.

Una de las afirmaciones resaltadas en el texto dice: “Los privilegios de pocos niegan derechos a muchos”.  ¿Qué piensa usted estimado lector y lectora, transmite odio ese mensaje?

Cuando yo empecé a dar clases hace más de tres décadas, afirmar esto en clase era motivo de ser tachada de comunista y de ser denunciada.  Muchos maestros y maestras fueron despedidas, perseguidas e incluso asesinadas por afirmar algo que era una descripción de la realidad.

Luego de la firma de la paz, la excusa para callar a docentes, investigadores y activistas que afirmaban la existencia de la desigualdad era que la firma de la paz había resuelto la división entre ricos y pobres, indígenas y ladinos y cualquier otra que exista porque todos somos guatemaltecos y guatemaltecas.   Y por supuesto, la mujer indígena que vive en la miseria es tan guatemalteca como la mujer ladina profesional que tiene su oficina en la zona 10.    Nuestra nacionalidad no borra la desigualdad.

La intención de quienes intentaron borrar el discurso de ricos y pobres era ‘mover lo menos posible las aguas’, en otras palabras, no cambiemos mucho mantengamos los privilegios.   Los casos que la FECI y la CICIG empezaron a investigar y hacer públicos entre el 2015 y el 2018 nos mostraron porqué existe tanta desigualdad; en el texto de Piedra Santa señalan dos: la corrupción y la injusticia fiscal.

La injusticia fiscal es algo reconocido por el Estado en el Acuerdo de Paz Firme y Duradera y por ello llama a la reforma fiscal que nunca sucedió.   La presencia y acción de la CICIG generó el espacio para que el equipo de la SAT dirigido por el Lic. Juan Francisco Solorzano Foppa destapara los millones adeudados al fisco y las formas de robo de nuestro futuro.

Las personas no tuvieron que esperar acuerdos de paz o explicaciones de expertos para sacar pancartas en el 2015 indicando como la corrupción del gobierno actual nos roba educación, salud, vivienda popular, carreteras y otras formas de infraestructura.  La corrupción genera la desigualdad que privilegió a los niños y niñas de las ciudades en su conexión al internet para seguir sus clases durante la pandemia.

Me cuesta respirar, no importa cuántas evidencias y cuán pacientes seamos.  No importa que la verdad se pruebe y compruebe de mil maneras parece ser que la élite que se privilegia de la pobreza de las mayorías encuentra nuevas formas de criminalizar a quien dice la verdad.

No se quién está detrás de la campaña contra textos escolares como el de la Editorial Piedra Santa; pero es muy peligroso y hay que contribuir a parar la tendencia.  Si usted oye alguien hablando de libros de texto que promueven el odio: ¡Por favor!, desmiéntalo.

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